Las empresas, cada vez más, necesitan de sistemas capaces de soportar toda su información y procedimientos, que sean flexibles y se adapten a su evolución y las aplicaciones en la nube pueden ser un impulso hacia esa transformación.
Internando tus apps en cloud podrás seguir creciendo e incrementando tus oportunidades de negocio en su industria. ¿Estás listo para conocer cómo?
En este artículo aprenderás acerca de las aplicaciones en la nube, sus características, ventajas y desventajas del servicio, así como una guía para escoger un proveedor de servicios en la nube que se ajuste a tu empresa.
Las aplicaciones en la nube son un servicio computacional que se brinda a través de internet para facilitar el acceso y permitir la compartición de recursos de manera rápida y sencilla.
El cloud computing engloba diferentes servicios: IaaS (Infraestructura como Servicio), PaaS (Plataforma como Servicio) y SaaS (Software como Servicio). Por lo tanto, las aplicaciones en la nube entran en SaaS (porque las aplicaciones son un tipo de software).
El SaaS brinda la posibilidad de disponer de múltiples aplicaciones en la nube sin realizar una gran inversión y por medio de una fácil instalación.
Pero ¿Cómo funcionan? En lugar de realizar una descarga en tu sistema operativo, el acceso a la aplicación en la nube será por medio de una ventana del explorador, independiente de tu equipo.
En Cloud encontrarás mucho más espacio de almacenamiento e incluso mayor robustez para tu app debido a su potencia computacional.
Las apps de nube cuentan con dos tecnologías principales: HTML5 y MEAPs (Aplicaciones Móviles Empresariales).
HTML5 es compatible con la funcionalidad de dispositivos remotos, lo cual significa un acceso desde cualquier ubicación, y MEAPs permite reproducir las aplicaciones en diversos dispositivos, reutilizando el código, o sea que son útiles en múltiples sistemas.
Resulta primordial mantenerse en constante innovación y aventajarse de este recurso para poder seguir figurando como un negocio competitivo en el mundo empresarial. Conozcamos ahora acerca de las aplicaciones en la nube para usos ofimáticos.
Las oficinas empresariales requieren de mayor espacio debido a la gran cantidad de datos que manejan, y es por eso que las aplicaciones ofimáticas aplicadas en la nube son su mejor opción.
Seguramente te estarás preguntando qué es una aplicación ofimática en la nube y la respuesta más simple es que es un tipo de software o programa informático cloud utilizado comúnmente en oficinas y entornos de trabajo.
Ahora bien, ¿Cuáles son? Las más conocidas son Microsoft Office y Google Workspace.
Estas empresas de aplicaciones ofimáticas en la nube ofrecen servicios y herramientas de gestión de aplicaciones que simplifican su uso.
Su principal beneficio es que te permite mejorar la colaboración en tu equipo de trabajo pues tienen acceso a aplicaciones para compartir información y trabajar en conjunto.
Las aplicaciones en la nube son herramientas muy beneficiosas para las empresas y ofrecen gran eficiencia y comodidad en el ámbito profesional para la gestión de datos.
La forma más común que conocemos para el uso de la nube es el almacenamiento y existen diversas aplicaciones que permiten a los usuarios guardar y acceder a sus datos a través de internet.
Las aplicaciones de almacenamiento más famosas son:
Aunque también existen muy buenas opciones como Servnet Cloud.
Lo que tienen en común es que sirven para almacenar de manera gratuita cierta cantidad de GB, por lo que si necesitas más espacio tendrás que adquirirlo a través de la adquisición del servicio de pago.
Igual que el resto de las aplicaciones de nube, las de almacenamiento funcionan bajo un modelo de cliente-servidor y la empresa proveedora generalmente ofrece en su servicio de almacenamiento: subida y descarga de archivos, sincronización de documentos en todos los dispositivos vinculados, compartición de carpetas mediante enlaces o permisos y copias de seguridad.
El autoservicio se refiere al acceso automatizado que tiene el usuario a las funcionalidades de la nube según sus requerimientos.
Es decir que si un usuario necesita utilizar nuevas herramientas para utilizar alguna aplicación, pueda hacerlo sencilla y rápidamente, sin necesidad de contactar con su proveedor y realizar un exhaustivo proceso cada vez.
Teniendo tus aplicaciones en la nube, su accesibilidad se amplifica.
Siempre y cuando cuentes con acceso a la red, puedes hacer uso de tus apps desde cualquier dispositivo y cualquier ubicación geográfica.
Las aplicaciones en la nube son un servicio, los proveedores cuentan con infraestructuras que dividen entre sus clientes, desde el almacenamiento, el ancho de banda y la capacidad de almacenamiento, asignan los recursos y capacidades dinámicamente.
A esta característica se le llama Modelo de Multiposesión y contrario a lo que se podría pensar, la compartición de recursos impulsa la eficiencia en el uso y hasta ayuda a la reducción de costos, pero eso lo veremos más adelante.
Los usuarios tienen la posibilidad de acceder a recursos y abastecerse de capacidades para sus aplicaciones de manera ilimitada, pueden adquirirlas en cualquier momento y en cualquier cantidad, y a esto se le llama elasticidad, y está directamente relacionado con el autoservicio y la distribución dinámica de recursos.
El proveedor debe ofrecer al usuario la medición del servicio que le entrega, incluyendo el consumo real de los recursos que son facturables.
Este punto no solo se utilizará para definir una tarifa sino para llevar un mejor control.
Si alguna de las aplicaciones en la nube llega a sufrir algún fallo, esta podrá autorrepararse gracias a su sistema de backup.
Por ejemplo si los datos en una app quedan disfuncionales, el respaldo se convertirá de manera automática en la aplicación primaria y las operaciones pueden continuar sin inconvenientes.
Una de las principales características de las aplicaciones en la nube es que son independientes al hardware donde se utilicen. La virtualización consiste en un software que simula un hardware.
Incluso múltiples “computadores virtuales" (en este caso aplicaciones de nube), pueden estar ejecutándose en un mismo dispositivo, e igualmente una aplicación puede ser utilizada en distintas máquinas.
Gracias a esta misma independencia mencionada en el apartado anterior, la información es accesible y está disponible en cualquier momento (siempre y cuando se cuente con las autorizaciones correspondientes).
Por tal razón no resulta necesario guardar los documentos en medios físicos.
Las aplicaciones en la nube suponen menos impacto ambiental que las apps instaladas localmente pues consumen menor cantidad de energía eléctrica.
Es decir que al ahorrar energía generan menos desperdicio y así se vuelven una opción más sustentable y ecológica.
La infraestructura para una aplicación cloud es muy simple pues no requiere de ningún hardware.
Además cuenta con un ancho de banda amplio que atiende los requerimientos de alta velocidad y almacenamiento para los datos y herramientas que necesiten las apps en la nube.
Los negocios son cambiantes, en ocasiones pueden necesitar más recursos o disminuirlos, y las empresas esperan poder hacerlo de la manera más veloz y eficiente posible.
Con las aplicaciones en la nube es posible agregar o disminuir capacidad según lo requiera el usuario, sin necesidad de elaborar nuevos contratos y sin la generación de penalizaciones.
El pago por consumo, como vimos anteriormente la medición del servicio y la escalabilidad nos permiten acceder a los recursos de software y tenerlos medidos, para definir la tarifa de pago se tomarán en cuenta estos dos puntos.
Por otro lado, el modelo SaaS permite reducir los gastos de inversión en tecnologías de la información, pues es posible prescindir de la compra de infraestructura, ya que el servicio de aplicaciones en la nube lo incluyen.
Los proveedores del servicio se encargarán de que tus aplicaciones en la nube se mantengan funcionales, actualizadas y cuenten con las licencias necesarias.
A diferencia de las licencias de software o la compra de un hardware, la implementación de una aplicación en la nube es bastante rápida. Tanto que el cliente puede utilizarla desde el día que la adquiere.
Las aplicaciones en la nube pueden estar disponibles en cuestión de horas.
Los proveedores de cualquier tipo de servicio de nube incluyen (o deberían incluir) buenos niveles de seguridad que se apeguen al cumplimiento normativo de su país, en el caso de México a la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares.
Esto permite que las empresas se aseguren de la protección de sus datos y aplicaciones ante cualquier incidente.
Una de las principales razones por las que las empresas siguen desconfiando de internar sus aplicaciones en la nube es porque al final esto significa compartir sus datos confidenciales y dejarlos en manos de terceros.
El almacenamiento y control de datos quedan a disposición del proveedor en lugares externos a las instalaciones de las empresas, y se tiene desconocimiento de los fines para los que se puedan utilizar.
Si bien los recursos compartidos no representan un problema en términos de rendimiento, si lo figuran si hablamos de un crackeo o fallo en el sistema..
Por ejemplo, si uno de los clientes de un proveedor de nube sufre un crackeo y este no cuenta con las medidas adecuadas para la protección y mitigación, es probable que el crackeo se extienda al resto de sus clientes.
Las aplicaciones en la nube aún no tienen bien definido un estándar, lo cual quiere decir que existen barreras para que diferentes dispositivos puedan intercambiar información y comunicarse entre sí.
Esto a su vez dificulta los procesos de migración de datos y así mismo vuelve a las organizaciones dependientes del proveedor.
Esto ocurre cuando las empresas no brindan información clara, precisa y completa sobre la prestación de sus servicios, como por ejemplo la ubicación de los datos, los controles de acceso, etc.
Ya revisamos que puedes acceder a tus aplicaciones desde cualquier lugar siempre y cuando tengas una conexión a internet, pero esto es tanto una ventaja como una limitación.
Las aplicaciones en la nube necesitan un servicio de internet con un buen ancho de banda para correr de la manera más óptima, es esencial que la conexión sea fiable y rápida.
Ahora bien, es obvio que ninguna empresa quiere que sus aplicaciones corran este tipo de riesgos al decidir internarse en la nube, por ese motivo te compartimos algunas consideraciones que debes tener en cuenta antes de contratar tu servicios de Cloud Computing
El servicio de Cloud Computing que contrates dependerá directamente de tus requerimientos y necesidades pero de manera general es importante que tomes en cuenta estos puntos.
Revisa si es reconocido en el mercado y dedica tiempo a leer la opinión pública de sus servicios. Si es que existe alguna denuncia común, pon atención si el proveedor ha puesto esfuerzos en mejorar esa deficiencia.
Si bien cualquier empresa de servicios de cómputo en la nube puede llegar a sufrir incidentes, es importante que analices cómo le dieron resolución. Es decir cómo mitigaron el impacto y que tan atentos fueron con sus clientes.
Tu proveedor de servicios cloud debe contar con políticas de protección de datos personales que se alineen con la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (en México).
Además asegúrate de que en el contrato no existan cláusulas en donde otorgues la titularidad de tus datos, sino que más bien se guarde la confidencialidad de los mismos.
El prestador de Cloud Computing debe permitir a sus clientes establecer los límites para el tratamiento de sus datos y garantizar la supresión de los mismos en caso de que el usuario ya no quiera continuar con el servicio o quiera trasladar sus datos a otra empresa (portabilidad).
Sobre todo tu proveedor debe ser transparente respecto a su modelo de tratamiento de datos personales y su política de privacidad.
El cliente debe contar con la identidad y medios de contacto de su proveedor, por lo que te recomendamos solicitar como mínimo su nombre o razón social y el teléfono o correo electrónico para la atención al cliente.
La atención y seguimiento que te brinde el prestador de servicios sobre tus aplicaciones en la nube será clave para estar al tanto de su funcionamiento y las posibilidades novedades que puedan llegar a existir.
Es por eso que te aconsejamos que elijas a un proveedor que lleve una buena comunicación con sus clientes y que se comprometa a notificarlos acerca de cualquier falla en el servicio o cambios en las condiciones del servicio que presta.
Los puntos que mencionamos anteriormente son indispensables para la elección de tu proveedor pero cabe destacar que hay quienes ofrecen beneficios adicionales que te brindarán mayor tranquilidad.
Los ciberataques, por ejemplo, son comunes pero una fortaleza destacable es cómo se lidia con ellos para mitigar el daño lo mejor posible, pues son reflejo de la responsabilidad y proactividad que tiene el prestador para demostrar su competitividad en la protección de tus datos.
Otro buen beneficio son las compensaciones en caso de falla o interrupción de servicio. Es decir que si tu servicio no funciona de acuerdo a lo establecido en tu contrato, se te podría bonificar una tarifa como retribución.
Antes de migrar sigue los siguientes pasos para facilitar tu proceso y elegir el mejor servicio para tus aplicaciones en Cloud Computing:
El cloud computing y las apps cloud son muy útiles para diferentes sectores.
En las Pymes, por ejemplo, se emplean para tener grandes capacidades informáticas sin necesidad de realizar una gran inversión, convirtiendo al cloud computing en un modelo ideal para mejorar y hacer crecer a las pequeñas y medianas empresas.
Yéndonos a las grandes empresas, las aplicaciones en la nube funcionan como una extensión de sus sistemas, útiles para fortalecerlos y optimizar sus operaciones.
En cuanto a las instituciones educativas facilitan el acceso, tanto de la planta docente como de los alumnos, a la información y la colaboración, generando como consecuencia un conocimiento amplificado.
Y finalmente en el sector público, las aplicaciones en la nube promueven la participación ciudadana y la transparencia de las entidades gubernamentales.
La adopción de las tecnologías en la nube está transformando la manera en que operan y se desarrollan estas instituciones, impulsando la innovación y la eficiencia en cada uno de estos sectores.
Ahora para culminar veamos lo que les depara a las aplicaciones cloud en el futuro.
Actualmente las aplicaciones en la nube son ampliamente utilizadas en diferentes sectores debido a su facilidad y empuje en la productividad.
Este uso seguirá avanzando y cada vez más industrias las adoptarán, ampliando de este modo su utilización y, por supuesto, su oferta.
De acuerdo con Entelgy para 2025 las aplicaciones e infraestructuras internadas en la nube aumentarán al 85%.
Se prevé que incluso la PC quede completamente obsoleta ante el uso de estas tecnologías, y las empresas dejarán de depender de programas discos duros e incluso de una ubicación física.
A la par con su evolución, las aplicaciones en la nube irán innovando y transformando la dinámica de diversas industrias, por lo que debemos elegir a alguien que nos lleve de la mano.
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