Hoy en día, la tecnología ha sufrido grandes avances y prácticamente todas las soluciones informáticas pasan por el Cloud.
Seguramente, en algún momento, has escuchado este término y lo relacionas con servidores, internet, entre otros elementos. Esto no está alejado de lo que significa, pero es importante comprender exactamente a qué hace referencia, qué involucra y qué ventajas brinda.
Si tienes duda sobre este tema y este concepto, no te preocupes. Aquí te vamos a ayudar a que aprendas más sobre Cloud y todo lo que tiene que ver con esta tecnología.
Cloud significa, de manera literal, nube. En término de informática se refiere a un modelo que permite ofrecer servicios de computación por medio de una red que, normalmente, es internet.
Comprender esto a partir de la definición, puede ser un tanto confuso, pero no es tan complicado como parece.
Básicamente se trata del almacenamiento de datos fuera de nuestros dispositivos. Por ejemplo, si tú guardas un documento en la carpeta “Mis archivos” dentro de tu ordenador, solo puedes acceder a él desde esa computadora.
Con la tecnología de nube eso no sucede. Los documentos, fotos, videos y demás archivos que guardes en un almacenamiento en la nube se envían a un ordenador ajeno y puedes visualizarlos en cualquier dispositivo aunque no estén guardados ahí.
El término Cloud surgió en los años 60, gracias a Joseph Carl Robnett Licklider, un informático estadounidense, quien tenía una visión particular del mundo.
El ideal de Joseph era que todas las personas pudieran estar interconectadas para poder acceder a programas y datos desde cualquier sitio, por supuesto, esto vino a concretarse varias décadas después con la tecnología en la nube.
A pesar de que sus inicios se remontan a esta década, fue hasta 1999 que llegó el concepto de aplicaciones empresariales por medio de una web simple, con Salesforce.
El Cloud, también llamada cloud computing, se puede emplear de formas diferentes según el tipo. A continuación, mencionamos cada una de ellas para que entiendas de qué va.
El cloud público es aquel modelo dentro del Cloud Computing en que las aplicaciones y los servicios de los usuarios se ofrecen vía internet, que comprende plataformas como IaaS, PaaS, SaaS, etc.
Las principales ventajas del cloud público es que los tiempos de entrega son cortos y se puede conseguir una mayor escalabilidad que ayuda a las empresas a ir mejorando según lo vayan requiriendo, ahorrando en costos e inversiones de consumo eléctrico y hardware.
Por estas razones, se recomienda este tipo de cloud para las organizaciones que necesitan desplegar sus servicios de manera ágil y rápida y a un costo menor, al mismo tiempo que cuentan con un sistema de escalado eficiente.
La característica principal del cloud privado es que su administración está a cargo de la misma empresa a la que sirve. Solo ella tiene acceso a la plataforma para realizar cambios internos.
Esta autogestión permite que exista, a diferencia de un cloud público, mayor seguridad dentro de la infraestructura, pues se tiene acceso a seguridad avanzada y alta disponibilidad para repeler ataques o caídas, entre otros problemas que podrían presentarse.
El cloud privado se aconseja para todas aquellas organizaciones que tienen en sus aplicaciones o servicios online un canal crítico o delicado para gestionarlos desde adentro sin perder la flexibilidad de la virtualización para repartir cargas de trabajo por medio de servidores.
Algunos ejemplos representativos son Drive o iCloud, que solo permiten acceso a determinados usuarios previamente determinados, quienes pueden acceder a toda la información desde cualquier sitio mientras tengan internet.
Una nube híbrida es, como el adjetivo lo menciona, una combinación de tecnología de cloud privado y cloud público, lo que ayuda a que las empresas puedan verse beneficiadas a partir de lo que ofrece cada una de estas modalidades.
Por un lado, las organizaciones pueden ejecutar servicios que requieran una gestión interna avanzada y tener una seguridad más fuerte frente a ataques, intrusiones y caídas y, por el otro, pueden contar con la flexibilidad de escalabilidad que proporciona la nube pública.
De acuerdo con el nivel en que operan, hay algunos tipos de cloud computing:
El software como servicio (SaaS) permite a los usuarios conectarse a aplicaciones basadas en la nube por medio de internet y hacer uso de ellas.
Algunos de los ejemplos más populares son el correo electrónico, los calendarios y las herramientas ofimáticas.
Estas últimas son aplicaciones o programas informáticos que se emplean en funciones de oficina para automatizar, optimizar y mejorar procedimientos; por ejemplo, Google Drive o Microsoft Office 365.
Lo interesante de este tipo de Cloud es que brinda la posibilidad de acceder a los datos almacenados desde cualquier lugar y cualquier dispositivo, siempre y cuando se tenga una conexión a internet. Además, si el sistema falla, no se corre el riesgo de perder los datos.
PaaS es un término que hace referencia a un servicio en la nube por medio del cual el proveedor proporciona al cliente un entorno de desarrollo y todas las herramientas que necesita para la creación de nuevas aplicaciones.
Este tipo de Cloud es especialmente útil para desarrolladores u organizaciones de software que desean crear y lanzar nuevos programas o aplicaciones sin tener que gestionar la infraestructura necesaria de manera presencial o personal.
PaaS permite entregar todo, desde aplicaciones sencillas basadas en la nube hasta aplicaciones empresariales sofisticadas habilitadas para la nube.
Solo se necesita adquirir los recursos de un proveedor de servicios para acceder a ellos por medio de una conexión segura a internet; únicamente se paga por el uso que se hace de ellos.
Este sistema cloud posibilita dotar de una estructura a las empresas para sus servidores, recursos, redes, almacenamiento de datos, entre otras cosas. Suele ser empleado por empresas que desean tener una especie de intranet para subir aplicaciones o datos.
Una de las principales ventajas de este tipo de cloud es que no tienes que invertir en hardware, es una herramienta escalable y los servicios se adaptan a las necesidades de la empresa en cuestión.
IaaS se reduce y escala verticalmente en función de la demanda, por lo que las compañías solamente pagan lo que usan, evitando gastar en la compra y la administración de sus propios servidores físicos e infraestructura de centro de datos.
Cada recurso se ofrece como un componente de servicio aparte y el usuario solo debe alquilar el recurso que necesite durante el tiempo que lo requiera.
La tecnología de la nube permite a los usuarios guardar sus datos, programas y capacidad de procesamiento en el centro de almacenamiento de datos del proveedor que brinda varios servidores en una ubicación remota e independiente de la sede del usuario.
Generalmente, cada proveedor brinda diferentes paquetes de espacio y características en función de lo que necesita cada persona, según el número de trabajadores y demás aspectos.
Una vez contratado el servicio, las empresas y particulares pueden utilizar programas de forma directa por medio del navegador sin necesidad de instalarlos en su equipo. Asimismo, es posible utilizar cloud solo para ampliar el espacio de almacenamiento.
Para acceder a cloud únicamente necesitas una conexión a internet e identificarte de manera inequívoca para acceder a tu cuenta y a todas los servicios que contrataste.
El espacio de almacenamiento, el tiempo de uso y la capacidad de procesamiento de los softwares que usará la empresa se establecen en el contrato que se adquiere con el proveedor de la nube.
Dentro del cloud suele haber varias aplicaciones de software, como procesadores de texto y hojas de cálculo y algunos más complejos, como programas de diseño o procesamiento de imágenes.
Cloud funciona de manera similar a una intranet –red informática interna de una empresa en la que todos los ordenadores están conectados a uno o varios servidores web–.
Básicamente, el cloud computing emplea una capa de red para conectar los dispositivos de las personas, tanto computadoras como portátiles, a recursos centralizados en el data center.
Debes iniciar sesión en los dispositivos que vayas a usar y conectar a la nube para poder acceder al contenido del servidor de la empresa; la diferencia es que el servidor de la nube no se encuentra en un espacio determinado, como una organización, sino en una granja de servidores.
Los procesadores, las memorias RAM y los discos duros incorporados en el cloud se gestionan a través de rutinas de administración especiales. Y por medio de las interfaces, los usuarios pueden entrar a la infraestructura reservada para el software contratado.
Una vez pagado el espacio de almacenamiento, las personas o empresas pueden acceder; los datos se gestionan como si se tratara de un disco duro y los programas pueden usarse mediante el navegador.
Antes de que la tecnología en la nube existiera, la ejecución de software solo podía hacerse si la empresa en cuestión tenía los recursos para el mantenimiento de la infraestructura de los servidores, ahora ya no se preocupan por eso.
Emplear la tecnología en la nube trae muchos beneficios. Esto ha hecho que crezca su utilización y popularidad.
De acuerdo con el estudio IDG 2020 sobre Cloud Computing en empresas, que basa sus resultados en una encuesta hecha a más de 500 profesionales IT, el 81% de las empresas tiene al menos una aplicación o una parte de su infraestructura informática en la nube.
Este dato supone un incremento del 73% en comparación con el año 2018.
Veamos por qué han tomado esa decisión las organizaciones, abordando algunos de los beneficios más importantes que brinda Cloud.
Las empresas que deciden irse por la tecnología en la nube dejan de invertir en infraestructura IT propia y licencias de software; para empezar a sacarle provecho y poder trabajar no es necesario instalar ningún tipo de hardware especial.
Adquirir una infraestructura tecnológica propia supone una inversión mucho más alta, misma que no se pueden permitir todos los negocios porque no solo deben adquirir lo tecnológico, sino gastos de mantenimiento, personal técnico, energéticos, entre otras cosas.
La gestión de todo esto por medio de la nube puede significar un ahorro de entre el 20 y 30%. Además, permite a las empresas enfocarse únicamente en su actividad, ahorrando también tiempo.
Muchas compañías pierden varios días de trabajo al año por fallas de equipos que deben ser reparados, lo que también eleva más los costos de mantenimiento. Todo esto queda resuelto con el cloud computing.
Como se mencionó, Cloud te da acceso a toda la información almacenada en la nube sin importar en dónde te encuentres o a través de qué dispositivo te conectes. La movilidad es una de las principales ventajas competitivas de esta tecnología.
Esto no solo permite que puedas trabajar o atender a clientes desde cualquier sitio, sino que también favorece la flexibilidad laboral de un colaborador, quien puede desempeñar sus tareas sin tener que estar en una oficina; solo necesita tener conexión a internet para trabajar.
Además, al estar todo alojado en la nube y no en equipos individuales, distintos usuarios pueden acceder a ellos, compartirlos y colaborar en conjunto sin tener que estar en un mismo espacio.
El cloud computing se basa en un modelo de pago por uso. Esto quiere decir que la organización contrata solo los servicios que necesita en cada momento y puede libremente ajustar los gastos según sus necesidades reales actuales.
En cualquier momento, puede añadir o eliminar servicios en función de lo que necesite. De esta manera, la empresa en cuestión evita invertir en infraestructura propia que con el paso del tiempo puede quedar obsoleta.
En resumen: se paga por lo que se necesita y cuando se necesita. Si por alguna razón, en algunos meses, requieres más espacio, simplemente contrata un plan superior y enseguida lo tienes. Lo mismo sucede de manera inversa, en caso de que haya reducción de empleados.
Anteriormente, tener acceso a las últimas versiones de software podría considerarse como un “lujo” que solo podían darse las grandes empresas. Con cloud, esto quedó en el pasado.
Los usuarios pueden estar seguros de que van a contar con una tecnología siempre actualizada y optimizada.
Todas las actualizaciones se realizan de manera automática y están disponibles la próxima vez que se inicia sesión en el servicio sin que las personas tengan que hacer algo más.
Cada día las empresas manejan cantidades más significativas de datos y la nube ofrece un almacenamiento prácticamente ilimitado.
Esto trae muchas ventajas porque, aunque tu computadora o dispositivo solo tenga 250-500 GB, puedes tener todo en cloud sin ningún problema aunque el tamaño supere los 500 GB o más.
El tamaño de almacenamiento de cualquier ordenador es demasiado pequeño en comparación con los terabytes disponibles en la nube. No necesitas comprar espacio o discos duros; únicamente debes contar con un servicio cloud que se ajuste al espacio que requieres, que es mucho más económico.
Si bien la mayoría de ventajas del cloud tienen que ver con la rentabilidad y productividad, también es importante mencionar este punto.
Emplear la nube dentro de una empresa reduce la huella de carbono de la misma al ahorrar recursos que pasan de estar almacenados como componentes físicos a ser totalmente virtuales.
Esto quiere decir que hay un ahorro significativo en cuanto a consumo de energía, mismo que se traduce en importantes beneficios para el medio ambiente, reduciendo el nivel de contaminación en un 50 o 60%.
Cloud ayuda a que no necesites invertir para utilizar ordenadores con discos duros muy grandes o con mucha memoria y el mejor procesador del mercado.
Se pueden emplear equipos de cómputo básicos que corran perfectamente sin que sean lo último en la tecnología. Los ordenadores muy avanzados suelen ser costosos, así que también te ayuda a ahorrar en este factor.
Incluso, puede mejorar el rendimiento de tus equipos aunque no sean actuales, ya que vas a necesitar menos programas instalados, que consumen memoria, y los procesos se pueden agilizar haciéndolo todo desde cloud.
Dentro de la informática tradicional tenemos que ser bastante precavidos a la hora de manejar los documentos almacenados, pues puede haber virus u otros factores que pongan en riesgo o destruyan la información que tenemos en el ordenador.
Contrario a esto, cloud funciona de manera independiente, por lo que aunque tu ordenador deje de funcionar o, incluso, sea afectado hasta quedar inservible, tus datos no son afectados.
Vas a poder acceder a ellos desde cualquier otro dispositivo solo entrando a tu cuenta.
Respecto de las copias de seguridad, que son sumamente esenciales para cualquier negocio o persona, en el entorno cloud los usuarios no deben encargarse de realizarlas de forma regular, pues las hace de manera automática y con un cifrado a prueba de ataques de hackers.
Esta es una de las grandes ventajas que ofrece la tecnología en la nube: permite que tanto pequeñas como grandes empresas estén en las mismas condiciones potenciando un mercado mucho más justo en cuanto al acceso a la tecnología.
Nuestro mundo se virtualiza cada vez más, por lo que este beneficio es importante para dotar a las empresas de tecnología avanzada por un costo mucho menor que no afecte otros aspectos dentro de ella o que haga que sacrifique otras cosas.
Asimismo, cloud es perfectamente escalable, por lo que las empresas no presentan impedimentos conforme vayan logrando crecimiento, que es uno de los principales objetivos de cualquier negocio.
La tecnología en la nube ayuda a acelerar los procesos en el trabajo colaborativo, ya que todos los archivos están disponibles siempre para que diversas personas los modifiquen en cualquier momento e incluso, de manera simultánea.
Asimismo, todos los cambios realizados son actualizados de manera automática, proporcionando información en tiempo real y acelerando el avance en la consecución de objetivos.
Todos los procesos son mucho más rápidos y más eficientes a través de cloud.
La tecnología en la nube ha venido a facilitar muchos procesos y a economizarlos, por ello, cada vez más compañías optan por contratar el servicio.
Saber si hacerlo o no es conveniente, depende siempre de las necesidades y condiciones de la empresa en cuestión.
Al poner sobre la balanza los costos del servicio y los beneficios de la empresa, se tienen que considerar todos los factores que entran en juego para tomar una decisión acertada de acuerdo con los requerimientos de la organización.
Una de las ventajas es que no tienes que tomar una decisión tan a ciegas, pues la mayoría de proveedores de cloud brinda una cantidad de espacio de almacenamiento de manera gratuita.
De esta manera, tienes la posibilidad de probar el servicio antes de decidir si te conviene o no y hacer la inversión.
Ten en cuenta que el uso del cloud significa responsabilidad por parte de todos los usuarios autorizados, pues deben cumplir con los estándares de seguridad de la organización para mantener a salvo los datos confidenciales frente a accesos no autorizados.
Una vez establecidas las reglas y decidido el proveedor, no dejes de aprovechar todo lo que cloud tiene para ofrecer tanto a ti como a tu equipo de manera práctica y directa.
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