Conforme la digitalización avanza, el hackeo a los sistemas operativos va acrecentando a la par, este toma forma de violaciones de seguridad para obtener acceso a su funcionamiento y a la información confidencial que almacena, lo cual pone en peligro la privacidad de las empresas.
Afortunadamente existen diversas medidas para prevenirlo, a través de soluciones de ciberseguridad, que a continuación revisaremos, no sin antes conocer los aspectos generales del peligro en el ciberespacio.
¿Qué es un hackeo de sistemas operativos?
El hackeo de sistemas operativos hace referencia a la intrusión criminal cibernética en donde un usuario no autorizado, accede al software e información de las empresas para realizar actos delictivos.
Para ponernos en contexto, un sistema operativo es el software que gestiona los servidores y dispositivos, se encarga de la virtualización y hace funcionar la seguridad para la infraestructura tecnológica.
Lo anterior indica entonces que los hackeos a estos sistemas, traen consigo graves consecuencias para las organizaciones, que van desde el robo de propiedad intelectual e interrupción de sus actividades, hasta fraudes financieros y daño a su reputación. Entre más digitalizada se encuentre una empresa, más amplia será su superficie de ataque.
Pero ¿Qué es la superficie de ataque? Esta hace alusión al conjunto de entradas potenciales a un sistema operativo, y está compuesta por activos informáticos como los datos confidenciales, las credenciales del usuario, el almacén de archivos, el procesador (CPU), la memoria RAM, las redes y las interfaces de usuario.
Esta superficie, como su nombre lo indica, propicia el hackeo y por ello, resulta esencial identificar cada uno de los activos con los que cuenta tu sistema operativo, así como donde se encuentran ubicados, su función y su criticidad.
Para prevenir un hackeo de sistemas operativos es imprescindible que primero conozcas los riesgos que debes asumir en el ciberespacio, veamos.
Riesgos cibernéticos para los sistemas operativos
De manera general, los riesgos cibernéticos son posibles acontecimientos que traen para las organizaciones impactos negativos como daños, fallas e interrupciones en sus sistemas operativos.
Estos pueden llegar a pausar la productividad, afectar la reputación empresarial e incluso ocasionar una pérdida financiera.
El riesgo cibernético puede verse de dos formas:
- Vulnerabilidades: son debilidades de los sistemas operativos, que pueden ser causadas por prácticas inseguras de exposición cibernética, configuraciones incorrectas o incluso errores de software.
- Amenazas: se refieren a potenciales ataques, por parte de terceros, que comprometen la seguridad de los sistemas operativos.
Aunque estas dos categorías guardan diferencias entre sí, podría decirse que también se complementan. Si un sistema operativo cuenta con vulnerabilidades es más propenso a las amenazas, y facilita que haya hackeos.
Si bien no hay una correspondencia directa entre amenazas y vulnerabilidades, al no conocer las primeras y no darle mantenimiento a las segundas, se ponen en riesgo los activos y a la información empresarial, por eso te invitamos a comprenderlas con mayor profundidad para poder proteger adecuadamente a tus sistemas operativos.
Vulnerabilidades
A continuación te expondremos siete tipos de vulnerabilidades digitales y aunque, cabe destacar, no son las únicas, conocerlas puede resultar un buen comienzo para evaluar las necesidades de tus sistemas operativos y emplear medidas de ciberseguridad robustas.
Para comprender mejor la información te presentaremos ejemplos ficticios de de cada una:
Control de acceso roto
Es la ruptura que ocurre cuando se comprometen o eluden los mecanismos de seguridad de los sistemas operativos, lo cual facilita que los intrusos puedan acceder a los recursos protegidos.
Ejemplo: El gerente de una empresa, encargado de asignar permisos a nuevos empleados, opta por conceder todos los accesos a cada persona, incluso si no son necesarios para sus labores. Esta práctica agiliza el proceso, pero conlleva el riesgo de permitir la entrada a la información confidencial. Un empleado deshonesto aprovecha esta falta de cuidado para hacer mal uso de los datos, perjudicando así a la empresa.
Errores de identificación y autenticación
Es la situación que ocurre cuando un sistema operativo tiene debilidades para autenticar e identificar a los usuarios, volviendo más sencillo que un hacker pueda robar una cuenta, y hacerse pasar por un usuario legítimo.
Ejemplo: Un atacante intenta hackear el sistema operativo de una empresa y descubre que solo se requieren un usuario y una contraseña para acceder a los datos confidenciales. Después de algunas maniobras, crea sus credenciales y accede sin enfrentar filtros de autenticación adicionales.
Fallos criptográficos
Hacen referencia a las inconsistencias en los algoritmos implementados para la protección de claves en los sistemas operativos. Estos fallos comprometen la integridad y la confidencialidad de la información, pues permiten a los atacantes descifrar las contraseñas fácilmente.
Ejemplo: Los desarrolladores del algoritmo de seguridad para los sistemas operativos de una compañía aseguraron su eficacia inicial. Sin embargo, debido a la reducción de personal y la falta de mantenimiento, la robustez del cifrado se debilitó, permitiendo a criptoanalistas hackers infiltrarse fácilmente.
Obsolescencia
Se refiere a la falta de actualización de los sistemas operativos.
No usar parches para corregir vulnerabilidades de versiones antiguas, puede exponer a las empresas a riesgos significativos. Además, cuando un sistema no es actualizado, ya no es compatible con las nuevas medidas de ciberseguridad y por lo tanto es más susceptible a ser atacado.
Ejemplo: A pesar de las advertencias y la urgencia, una organización posterga un mes más la actualización de su sistema operativo obsoleto. Se implementan medidas temporales de seguridad innovadoras, pero las consecuencias son fatales, pues el sistema operativo antiguo resulta incompatible con las nuevas implementaciones.
Diseño inseguro
El diseño inseguro está compuesto por las debilidades en la arquitectura y código de programación del software, que compromete la funcionalidad de los sistemas operativos y los datos sensibles.
Ejemplo: Una fábrica de joyería adopta operaciones más automatizadas para mantenerse al día con los avances tecnológicos. Sin embargo, los diseñadores de la interfaz han descuidado la implementación de medidas de ciberseguridad, creando puntos de entrada desprotegidos. Este descuido facilita a los atacantes infiltrarse, provocando la interrupción de operaciones y ocasionando considerables pérdidas financieras.
Ausencia de monitoreo
La ausencia de monitoreo son el registro y seguimiento deficientes que pueden impedir la detección oportuna de infracciones, intrusiones o actividades maliciosas.
Ejemplo: Pear, una empresa tecnológica especializada en dispositivos electrónicos, implementa una solución de inteligencia artificial para detectar intrusiones, delegando toda la responsabilidad a la IA. Como consecuencia, un ciberatacante logra comprometer la integridad de la inteligencia artificial, incapacitándola para responder eficazmente a las amenazas. Lo cual causa daños significativos a los diversos softwares que conforman la gama de productos de Pear.
Como pudiste notar toda vulnerabilidad descuidada tiene como consecuencia un hackeo a los sistemas operativos, pero ¿qué tipo de amenazas operan en el ciberespacio y cómo pueden afectar a tu empresa?
Amenazas
Las amenazas en el espacio cibernético son variadas, pero específicamente las que afectan a los sistemas operativos son las que revisaremos a continuación, junto con una breve explicación de cada una.
Analizar los riesgos cibernéticos ayuda a conocer y predecir qué posibles problemas podrían llegar a ocurrir, cómo esto perjudicaría la seguridad de la organización, y de esta forma poder tomar acciones para reducir los efectos negativos.
¿Cómo prevenir un hackeo de sistemas operativos?
La seguridad informática abarca una amplia gama de recursos en el ciberespacio.
Como vimos en el apartado anterior existen factores de riesgo latentes de los que es imprescindible cuidarse.
En lo que respecta a los sistemas operativos empresariales, debe ponerse especial énfasis en la prevención de hackeos a través de métodos de gestión de exposición y aplicación de medidas de higiene cibernética.
A continuación ahondaremos en dichos puntos como estrategias de prevención de hackeo.
Gestión de exposición
Para poder tomar buenas decisiones acerca de las herramientas de ciberseguridad que usarás, es necesario que tengas visibilidad entera de la superficie de ataque, que revisamos anteriormente.
Las empresas deben poner esfuerzos en la gestión de la exposición y corregir las vulnerabilidades para impedir que los atacantes se infiltren e infecten a sus sistemas operativos.
De acuerdo con la empresa experta en ciberseguridad, Tenable, para gestionar la exposición resulta muy útil seguir un protocolo de acción al que ellos llaman “programa de gestión de vulnerabilidades”. A continuación desglosaremos los puntos que nos resultan más interesantes y útiles para aplicar en los sistemas operativos de tu empresa.
1. Detección
Mapear e identificar activos en la superficie de ataque, incluyendo software y hardware, visibilizando así el entorno informático para identificar puntos de acceso y evaluar la exposición potencial.
2. Evaluación
Analizar y comprender el estado de los activos, verificar si hay vulnerabilidades o configuraciones erróneas.
Para este paso pueden utilizarse herramientas de escaneo de vulnerabilidades y análisis de identificación de debilidades en el sistema operativo.
3. Priorización
Según el nivel de riesgo de exposición y la criticidad del activo vulnerable, se clasificarán según su importancia y de esta forma se priorizarán y ordenarán las correcciones.
4. Corrección
Corregir o mitigar las vulnerabilidades mediante parches, actualizaciones o configuraciones de seguridad es sumamente importante para la estabilidad de un sistema operativo.
Estas correcciones deben centrarse en las vulnerabilidades detectadas, y según sea el caso pueden tomarse medidas variadas:
Permisos
Implementar controles de acceso, ejecutar autenticación multifactor, implementar contraseñas seguras y denegar la funcionalidad de acceso a desconocidos.
Protección de datos
Clasificar el almacenamiento, usar cifrado y hacer verificaciones constantes de la calidad de la seguridad, es decir aplicar auditorías para comprobar que los datos no han sido alterados.
Monitoreo
El monitoreo y registro de actividad es un eficiente preventor de incidentes que nos ayuda a conocer la necesidad de mantenimiento del sistema operativo y reforzar su robustez.
Código fuente
Desde que un software es configurado, hasta que está siendo ejecutado, su código fuente debe ser revisado constantemente para constatar si cuenta con vulnerabilidades. El punto es desarrollar una arquitectura y diseño seguros y darle continuidad a esa seguridad.
Test de penetración
Adicional al programa de gestión de exposición, es recomendable aplicar un test de penetración, que consiste en un conjunto de pruebas de ciberseguridad que sirven para encontrar vulnerabilidades y evaluar cómo los atacantes las podrían aprovechar.
Los proveedores de hacking ético se dedican a realizar estos test. Ingresan en el sistema operativo y prueban si hay errores de programación, verifican el buen funcionamiento de los controles de seguridad y auxilian con recomendaciones para remediar las debilidades antes de que un ciberdelincuente actúe.
Gestionar las vulnerabilidades de exposición cibernética ayuda a las empresas a proteger sus activos críticos. Además, previene costosas pérdidas económicas, preserva la reputación de la organización, asegura el cumplimiento de requisitos legales, evita interrupciones operativas y, por supuesto, brinda protección ante las amenazas emergentes.
Higiene cibernética
La implementación de las prácticas de higiene cibernética ayuda a las empresas a proteger su información confidencial y mantener la privacidad de sus sistemas operativos.
Las organizaciones necesitan educar a sus empleados en estas prácticas para que las demás medidas de seguridad sean efectivas.
Entre los ejercicios de comportamiento seguro en línea están:
Utilizar contraseñas seguras.
No compartir información confidencial con usuarios desconocidos.
Ser consciente de los riesgos cibernéticos.
Actualizar el software constantemente.
Utilizar únicamente redes privadas.
El nombre de higiene cibernética, hace una analogía a la higiene personal pues, al igual que en esta, se debe mantener la salud informática y prevenir infecciones digitales, preservar un entorno limpio, emplear un cuidado continuo, seguir buenas prácticas y tener conciencia de los riesgos que existen para el sistema operativo empresarial.
Mantener a tu sistema operativo completamente a salvo de los males cibernéticos es prácticamente imposible, debes ser consciente de que no tienes control sobre lo que puede suceder pero si puedes tomar medidas para mitigar los daños.
Por ejemplo, si un hackeo logra ejecutarse en tu sistema operativo, y has implementado medidas de prevención, probablemente tendrás un plan de respuesta a incidentes y podrás abordar las amenazas oportunamente.
La ciberseguridad empresarial dispone a los sistemas operativos para estar alerta ante cualquier irregularidad y poder actuar con rapidez.
Conocer las amenazas y exposiciones cibernéticas, gestionar las vulnerabilidades, darle la debida importancia a la seguridad de la información y emplear prácticas de higiene cibernética, son herramientas que mitigarán, en conjunto, los riesgos y le permitirán a tu empresa seguir operando con seguridad y tranquilidad a través de los medios digitales.