Con la inserción de las empresas y comercios en el ámbito digital los datos se encuentran vulnerables en la red. Por eso resulta fundamental que las organizaciones tomen acción para proteger su información.
Inicialmente, en 2004, se implementó WEP (Wired Equivalent Privacy-Privacidad Equivalente Cableada), y su función era proveer de seguridad a los usuarios en la red inalámbrica, impidiendo el acceso a los intrusos.
Hoy en día, la ciberseguridad empresarial ofrece una gama mucho más amplia de herramientas y estrategias para la seguridad de los datos confidenciales. Pero primero entremos en contexto.
La ciberseguridad empresarial se trata de una estrategia diseñada para enfrentar la incertidumbre del espacio virtual y proteger a las empresas de los ataques cibernéticos.
Resulta importante destacar que en cualquier momento, y a pesar de la protección, siempre existe la posibilidad de amenazas. Sin embargo, implementando ciberseguridad, los riesgos se reducen significativamente.
Para ilustrarlo de manera más clara, podemos compararla con la Vitamina C, cuya función en el cuerpo humano guarda una notable similitud con la labor desempeñada por la ciberseguridad en el entorno digital.
Por ejemplo: Imagina que el Individuo A toma su suplemento de vitamina C a diario como precaución contra enfermedades virales. Mientras tanto, el Individuo B sigue una dieta menos rigurosa y no se preocupa por tomar vitaminas, lo que resulta en frecuentes episodios de gripe severa.
En un encuentro, el Individuo B estornuda accidentalmente sobre el Individuo A, transmitiendo el virus. Sin embargo, gracias a las defensas del Individuo A, la gripe se manifiesta de manera moderada y su duración es breve.
Lo mismo sucede con la ciberseguridad, a pesar de la protección, el virus puede atacar pero las amenazas y vulnerabilidades disminuyen pues se responde oportunamente para frenar las situaciones de peligro.
Con sistemas robustos de ciberseguridad tu empresa tendrá mayor fiabilidad sobre el almacenamiento y compartición de sus datos, lo cual también brindará a los clientes tranquilidad, pues podrás reducir el riesgo de que su información confidencial se exponga.
La innovación tecnológica, además de proporcionarnos sistemas sofisticados, también trae consigo nuevas formas ciberdelitos. Los atacantes se dedican a explorar las actualizaciones y encontrar sus deficiencias para aprovechar e intervenir por esas grietas.
La posibilidad de sufrir atentados contra la integridad de tu información puede parecer abrumadora, pero recuerda que el conocimiento es poder. Si sabes a lo que te enfrentas podrás crear estrategias de prevención y atención que te brindarán mayor tranquilidad.
Una táctica clave en los ciberataques es operar de manera inadvertida durante su ejecución. Es posible que si llega a suceder un acontecimiento de este tipo, no te des cuenta hasta que haya concluido o lo detectes mientras está en curso.
Sin embargo queremos que estés preparado para enfrentarlo con todas las armas, y la primera es informarte acerca de los tipos de ataques.
No te vamos a mentir, existen alrededor de 50 tipos de ciberataques, pero no todos los ciberatacantes poseen la misma habilidad para llevar a cabo cada uno. En esta sección optamos por instruirte en los más comunes.
En el phishing los delincuentes utilizan tácticas engañosas para obtener información confidencial de los usuarios. Usualmente, esto se lleva a cabo a través de correos electrónicos o mensajes de texto fraudulentos, que aparentan ser de fuentes legítimas.
Un ejemplo común de phishing es el correo electrónico fraudulento que simula ser de un banco. Al hacer clic en el enlace proporcionado, te dirige a un sitio falso donde inadvertidamente ingresas tus datos sensibles, sin percatarte de que estás facilitando el robo de tu información.
Realizar un ataque DDoS pretende dos cosas:
Prevenir un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) es crucial para las empresas, ya que un ataque exitoso puede resultar en la interrupción de los servicios en línea.
Su consumación puede llegar a afectar la disponibilidad para los usuarios legítimos y generar pérdidas financieras directas.
Para evitar estos riesgos, las empresas deben implementar medidas proactivas para fortalecer la resiliencia de sus sistemas y garantizar la continuidad de sus operaciones en línea.
El ciberespionaje es una forma de introducirse en tu sistema para vigilar tus movimientos y operaciones, extraer información sensible y usarla con fines delictivos.
El Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México explica que el ciberespionaje son “ciberataques realizados para obtener secretos de Estado, información comercial sensible o datos de carácter personal”.
Los ciberespías pueden estar conducidos por diferentes objetivos, entre los más usuales se encuentran:
La protección contra el ciberespionaje empresarial implica implementar medidas sólidas de ciberseguridad y mantener una vigilancia constante para detectar y responder rápidamente a posibles intrusiones.
Las empresas que cuentan con manejo de sus finanzas en la web son el principal blanco de estos delincuentes. Su principal objetivo, como en los robos tradicionales (por llamarlos de una forma), es hurtar el dinero de las empresas.
Tan solo en 2015 en su 13° Congreso Prevención del Delito y Justicia Penal, la ONU declaró que “La tecnología está haciendo grandes avances…Pero también permite la delincuencia organizada y aumenta el espectro de los severos ataques cibernéticos”.
De acuerdo con el periódico colombiano Semana, debido a su potencial de realizarse de forma remota, el delito cibernético ofrece para los criminales una oportunidad de generar valiosas ganancias que superan los 500 millones de dólares al año.
La audacia de estos delincuentes presenta un peligro inminente que debes tener presente.
Un temor latente para las organizaciones es que sus empleados, activos o inactivos, se vuelvan en su contra.
En su boletín de Ciberseguridad número 1, la ICAT asegura que “cualquiera que haya tenido acceso a sistemas o redes en el pasado pueden considerarse una amenaza interna si abusan de sus permisos de acceso”.
Esto no implica la necesidad de adoptar una actitud paranoica; más bien, se sugiere prevenir y tomar una decisión reflexiva e informada sobre a quién se le otorgan permisos.
El malware como su nombre lo dice es un software malicioso que permite a los ciberatacantes infiltrarse en los entornos informáticos de las empresas.
Anteriormente se usaban archivos dañados para penetrar el sistema pero actualmente, según el ICAT, cuentan con un mejor diseño para evadir los métodos de detección convencionales.
De hecho hay malwares que son utilizados en el ciberespionaje, ataque que vimos anteriormente. Por ejemplo el Spyware que registra en secreto la actividad. O el Ransomware que secuestra los datos confidenciales para extorsionar.
Seguramente estás familiarizado con algunos malwares habituales como el virus, que se inserta en los archivos y se expande e infecta a través de un código dañino; o con el troyano, que viene en forma de software y al instalarse causa daños en el sistema.
Pero para que te des una idea, existen cientos de estos softwares dañinos, y de estos cientos siguen apareciendo más variantes. A continuación enlistamos algunos con el fin de que te familiarices con ellos:
Los ciberataques son inevitables pero pueden afrontarse inteligentemente.
Afortunadamente, en contraposición a los ciberdelincuentes, existen los defensores cibernéticos, que se encargan de generar ciberseguridad empresarial para prevenir, detectar y responder a las amenazas, garantizando la integridad y confidencialidad de las empresas.
Las empresas necesitan estar respaldadas por estrategias de ciberseguridad para salvaguardar su seguridad, su reputación y su sostenibilidad en el entorno digital actual.
Como señalamos anteriormente los delincuentes cibernéticos pueden estar fuera de tu ciudad o incluso en otra nación.
La Unidad Internacional de Telecomunicaciones de la ONU señala que “debido al alcance global de las redes, los actores amenazantes pueden lanzar peligrosos ataques desde muy lejos de sus víctimas”.
Las jurisdicciones varían según la ubicación; en muchos países, ni siquiera existen regulaciones que aborden los delitos cibernéticos.
Pero, la misma UIT reconoce que “la ciberseguridad no puede partir de la sensación de pánico acerca de los riesgos cibernéticos…” sino que es necesario brindar “...confianza de que el ciberespacio mantiene amplios márgenes de seguridad, disponibilidad, integridad de las redes, confidencialidad, transparencia y certidumbre legal”.
Las normas ISO, desarrolladas por la Organización Internacional de Estandarización (ISO), son modelos internacionales que establecen requisitos para diversos aspectos.
Están diseñadas para garantizar la consistencia, eficiencia y seguridad en procesos a nivel global.
La norma ISO 27001, aprobada en 2005, tiene como objetivo facilitar la gestión de la seguridad de la información en las empresas.
Su utilidad radica en asistir en la toma de decisiones para implementar un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información, adaptándolo a las características específicas de la organización.
Los SGSI se encargan de la planificación, implementación y mantenimiento de procesos para gestionar la información, garantizando su confidencialidad, integridad y disponibilidad. Su objetivo principal es reducir los riesgos asociados a posibles ciberataques.
En conformidad con el portal Firma-e, “la ISO 27001 especifica los requisitos necesarios para establecer, implantar, mantener y mejorar un SGSI según el conocido “Ciclo de Deming”: PDCA – acrónimo de Plan, Do, Check, Act (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar)”.
La adopción de la norma ISO 27001 por parte de una empresa ofrece una serie de beneficios clave para la gestión de la seguridad de la información.
Esta norma, además de proporcionar un marco sólido para la identificación y protección de información confidencial, facilita la gestión proactiva de riesgos de seguridad, permitiendo a las empresas tomar medidas preventivas y correctivas para mitigar posibles amenazas.
Al fomentar una cultura de mejora continua estableciendo procesos sistemáticos para evaluar y mejorar constantemente la gestión de la seguridad de la información, se fortalece también la confianza con los clientes y socios comerciales de la empresa.
En última instancia, la adopción de la ISO 27001 contribuye a la resiliencia de la empresa ante ciberataques, mejora la eficiencia operativa y puede ser un factor diferenciador en un mercado competitivo.
El cuidado de tu seguridad empresarial debe venir acompañado de prácticas para la protección contra amenazas cibernéticas.
En este apartado abordaremos diferentes herramientas que te ayudarán a consolidar una ciberseguridad empresarial efectiva.
Un firewall actúa como una barrera de seguridad entre dos redes, controlando el tráfico que entra y sale para proteger la red privada.
Su propósito es prevenir accesos no autorizados y proteger contra amenazas cibernéticas al filtrar o bloquear ciertos tipos de datos.
Las empresas deberían tener firewalls para controlar y filtrar el tráfico de red, protegiendo sus sistemas contra los ciberatacantes.
Los parches son actualizaciones de software diseñadas para corregir vulnerabilidades, errores o brechas de seguridad en un sistema o aplicación.
La utilización regular de parches es esencial para mantener la seguridad de los sistemas y prevenir posibles ciberataques.
Un antivirus es un programa diseñado para detectar, prevenir y eliminar malware que pueda comprometer la seguridad de un sistema.
Estos programas examinan archivos y procesos en busca de patrones típicos de malware, salvaguardando tu información contra virus, gusanos, troyanos y otras amenazas.
Un antispam es una herramienta diseñada para filtrar y bloquear mensajes no deseados o correo electrónico no solicitado (spam).
Estos programas utilizan algoritmos y reglas para identificar y eliminar mensajes no deseados, mejorando la eficiencia del correo electrónico y reduciendo el riesgo asociado con enlaces maliciosos o contenido no seguro.
El cifrado de datos es el proceso de convertir información legible en un formato ilegible mediante algoritmos matemáticos.
Este método asegura que solo aquellos con la clave de cifrado puedan leer o interpretar la información, proporcionando una capa adicional de seguridad.
La autenticación es el proceso de verificar la identidad de un usuario, dispositivo o sistema. Puede incluir métodos como contraseñas, biometría o autenticación multifactor para garantizar que solo usuarios autorizados accedan a recursos.
Joseph Steinberg, experto en ciberseguridad, privacidad e inteligencia artificial, dice que la mejor estrategia para cuidar tus datos empresariales es capacitar y educar a los empleados de tu organización en materia de prácticas seguras en línea.
Conocer sobre ciberseguridad empresarial indudablemente generará un ambiente de confianza en tu comunidad empresarial. Steinberg nos proporciona consejos para lograr una gran ciberseguridad.
A continuación abordaremos con cautela los que nos parecen más relevantes para las medianas y grandes empresas, y añadiremos algunos otros que resultan pertinentes.
Concientizar a tu personal sobre los sistemas y datos a los que tienen acceso, proporcionándoles información sobre qué son, cómo se utilizan y bajo qué condiciones, ayudará a prevenir comportamientos de riesgo cibernético.
Es esencial que la ciberseguridad sea un tema de capacitación inicial y refuerzo continuo, presentado de manera accesible y comprensible para todos los miembros del equipo.
Plantear políticas de accesos te ayudará a gestionar los derechos de acceso a sistemas informáticos y datos. Lo cual incluye la asignación o revocación de permisos y la auditoría para mantener la seguridad de la información.
Es fundamental que cada individuo que acceda a un sistema disponga de sus propias credenciales de inicio de sesión
Compartir credenciales implica el riesgo significativo de comprometer la seguridad de la información y permitir accesos no autorizados, ya que dificulta la trazabilidad de las acciones individuales y aumenta las posibilidades de explotación de cuentas.
Es muy importante que tu compañía llegue a un acuerdo para generar contraseñas seguras y que cree una política para que los usuarios la lleven a cabo.
Podrían emplear un sistema alfanumérico combinado con elementos memorables, por ejemplo: "S3rvn3T*".
Respaldar tu información debe volverse parte de tus hábitos. Guarda copias de seguridad tanto internas como externas y haz auditorías frecuentes para revisar que las copias funcionan de manera correcta.
Las copias de seguridad son esenciales para una empresa, ya que proporcionan una capa de seguridad adicional al permitir la recuperación de datos cruciales en caso de pérdida, corrupción o ataques cibernéticos.
Las pruebas de seguridad, o pruebas de penetración, son evaluaciones sistemáticas para identificar posibles vulnerabilidades. Estas pruebas simulan ataques reales para evaluar la resistencia del sistema y permiten corregir posibles debilidades.
La codificación segura se refiere a prácticas de programación que se centran en desarrollar software resistente a ataques. Incluye el uso de técnicas que previenen vulnerabilidades comunes, como inyecciones de código dañino o manipulación de datos por intrusos.
Los dispositivos móviles son parte de la productividad empresarial por lo que es indispensable que también exista regulación en su uso.
La gestión de dispositivos móviles implica el control y la seguridad de dispositivos móviles dentro de una red corporativa. Incluye la aplicación de políticas de seguridad, la monitorización y la gestión remota de dispositivos móviles.
La inversión en este asesoramiento especializado puede resultar altamente beneficiosa, ya que contribuye a la mitigación de posibles amenazas cibernéticas, previene pérdidas de datos significativas y minimiza los contratiempos futuros.
Se recomienda encarecidamente considerar la contratación de un profesional especializado en seguridad de la información para colaborar en la concepción e implementación de su estrategia de ciberseguridad empresarial.
La experiencia y orientación de un experto en seguridad no sólo optimizará la eficacia de los protocolos de seguridad, sino que también representará un recurso valioso para el ahorro de tiempo y recursos financieros a largo plazo.
Finalmente nos gustaría agregar una cita del investigador y docente del ICAT, José Luis Solleiro Rebolledo sobre las innovaciones tecnológicas y sus beneficios en la ciberseguridad:
“La inteligencia artificial está usándose para mejorar la detección de posibles ataques y acelerar la respuesta ante amenazas…” lo cual trae consigo “el surgimiento de iniciativas de normalización y certificación, y las estrategias de la industria para contender no sólo con riesgos informáticos, sino también con la protección de datos”.
Con la creciente inserción de las empresas en el ámbito digital, la seguridad de los datos se vuelve vulnerable en la red.
La ciberseguridad empresarial emerge como una estrategia crucial para enfrentar las incertidumbres del espacio virtual y proteger a las empresas de los cada vez más sofisticados ciberataques.
Aunque no se puede garantizar la total eliminación de riesgos, la implementación de medidas de ciberseguridad reduce significativamente las amenazas, actuando como una vitamina para el sistema, fortaleciendo sus defensas y permitiéndole responder de manera eficaz ante posibles peligros.
En este escenario, es esencial comprender y adoptar prácticas que fortalezcan la resiliencia ante ciberamenazas.
Cada uno de los puntos tratados anteriormente son pilares esenciales para resguardar los intereses de las empresas y demostrar un compromiso serio con la protección de la información.
En un entorno donde las amenazas evolucionan constantemente, la ciberseguridad empresarial se instaura como una inversión estratégica para garantizar la sostenibilidad y la reputación de las organizaciones en el mundo digital.