En el entorno digital actual, donde las amenazas cibernéticas están en constante evolución, contar con medidas de seguridad adecuadas es crucial para proteger la información y los recursos de una empresa.
Dos de las herramientas esenciales para garantizar la seguridad son el firewall de red y WAF. En este artículo exploraremos qué son, cómo funcionan y cuál es más conveniente para las empresas.
Un firewall de red es una herramienta de protección para las conexiones entrantes y salientes que actúa sobre la capa 3 y 4, es decir la de red y transporte, y utiliza un filtro para supervisar el tráfico de red
El firewall analiza el tráfico IP, las redes y los protocolos y, si detecta una posible intromisión de paquetes, bloquea las conexiones no autorizadas.
La función del firewall de red es evitar que los usuarios ajenos a las empresas ingresen a la red corporativa y tengan acceso a sus servicios e información, además de eludir la propagación de códigos maliciosos.
Regularmente, se utiliza para lidiar con amenazas como Ataques DoS y accesos no autorizados y es una solución de seguridad ideal para empresas que necesitan proteger toda su red.
El WAF o firewall de aplicaciones web es una herramienta que analiza y filtra el tráfico que entra en las aplicaciones, además de analizar el código con el que están construidas para impedir que las vulnerabilidades en la programación sean explotadas.
Este tipo de protección se implementa en la capa de aplicación (capa 7) del modelo OSI y se utiliza para establecer sesiones seguras en los servidores web en donde están internadas las apps, pero utilizan protocolos de la capa de transporte (HTTPS y FTPS) para garantizar la protección de los datos durante su transferencia.
WAF está configurado como un proxy invertido, lo que significa que funciona como un punto de entrada que sirve como una línea de defensa antes de que el tráfico entrante afecte a una aplicación web.
El firewall de aplicaciones bloquea el tráfico dañino y es capaz de detectar inyecciones SQL, XSS (cross-site scripting), bots y más. WAF es ideal para empresas pequeñas que su enfoque principal es la seguridad de las aplicaciones web y no tienen una infraestructura compleja.
Las medianas y grandes empresas precisan de una protección integral contra las amenazas generales de red y ataques especializados en aplicaciones web.
Contar con ambas soluciones amplía las capas de seguridad y reduce los puntos de fallo que podrían comprometer la seguridad. Es decir, integrar WAF con Firewall de red amplía su cobertura y alcance en la protección.
Si la infraestructura de una empresa depende de aplicaciones web críticas y desea una protección robusta, es recomendable usar un WAF complementado con un firewall de red.
El firewall de red actuará como una primera línea de defensa, bloqueando accesos no autorizados y protegiendo toda la red, mientras WAF protegerá aplicaciones web específicas, lidiando contra ataques que podrían evadir al firewall de red.
Por ejemplo, un DoS puede llegar a penetrar la red y esquivar la protección del Firewall de red, pero llegando a la capa de aplicación, WAF puede detenerlo implementando limitaciones de tasa y bloqueando solicitudes.
Las empresas que priorizan la seguridad de sus redes y aplicaciones están mejor preparadas para proteger su información crítica y mantener la confianza de sus clientes en un mundo digital cada vez más interconectado. Veamos cómo funcionan estas soluciones en conjunto.
Las políticas de firewall consisten en la definición de reglas para especificar qué usuarios o dispositivos pueden acceder a ciertos recursos ya sea dentro de la red o en una aplicación.
Las políticas de los firewalls de red incluyen:
Mientras las de WAF abarcan:
Ambos firewalls analizan el tráfico de datos en busca de comportamientos anómalos o amenazas ocultas.
El monitoreo del firewall de red consiste en inspeccionar el encabezado y contenido de cada paquete de datos, compararlos con las reglas definidas en sus políticas de seguridad y detectar comportamientos que coinciden con técnicas de ataque conocidas.
Por su parte, el WAF realiza el mismo proceso, con la única diferencia de que inspecciona las solicitudes HTTP y HTTPS.
De acuerdo con el análisis, el firewall decidirá si permitir el acceso a la red o aplicación.
Si tras una inspección profunda se detecta que el tráfico web no está autorizado o es malicioso, se clasifica como intento de intrusión y entonces se bloquea para proteger al sistema contra posibles ataques.
Los firewalls registran cada evento significativo para ayudar a los administradores a identificar y responder a problemas de seguridad.
Guardan información sobre intentos de acceso, origen del tráfico y acciones tomadas, notifican a los administradores cuando ocurren incidentes sospechosos y ayudan a realizar auditorías para evaluar el rendimiento de la seguridad de la red.
El mantenimiento continuo es esencial para mantener la efectividad del firewall.
Las políticas deben ajustarse regularmente según nuevas amenazas y cambios en la red.
Además es importante aplicar actualizaciones de software para corregir vulnerabilidades y realizar simulaciones de ataque para evaluar la fortaleza de la configuración de seguridad.
Realizar revisiones periódicas garantizará el cumplimiento de las políticas de seguridad establecidas.
Algunos sistemas incluyen inteligencia artificial para ajustar automáticamente sus políticas y mejorar la detección de amenazas.
Los WAF instalados en la nube pueden aprovechar su infraestructura Cloud para enfrentar las amenazas y aislarlas de sus servidores de datos.
En otras palabras, es una plataforma que proporciona seguridad y blindaje de datos en todas las aplicaciones web, independientemente de dónde se encuentren.
Los WAF en la nube aprovechan la elasticidad del entorno Cloud y amplían las posibilidades de protección que proveen los sistemas de ciberseguridad que utilizan hardware físico, complementado entonces el firewall de red.
Es decir, ambos sistemas pueden integrarse para proporcionar una solución híbrida que combine la protección local (el firewall de red) con la flexibilidad y capacidad de respuesta del WAF en la nube.
La implementación cloud ofrece escalabilidad, actualizaciones automáticas y gestión centralizada, lo que permite a las empresas proteger sus activos digitales sin necesidad de hardware adicional.
Además, garantiza una baja latencia y una alta disponibilidad, lo cual mejora la experiencia del usuario mientras mantiene la seguridad en todo momento.
El WAF Virtual Servnet, es una plataforma que se alberga en la nube y ofrece monitoreo proactivo y protección contra amenazas, ataques y fraudes a las aplicaciones y datos accesibles desde internet.
Nuestro WAF asegura las aplicaciones críticas por medio de bloqueos contra amenazas para prevenir fraudes y proteger los datos. Cuenta con actualizaciones automáticas, basadas en inteligencia artificial, que brindan protección contra las últimas amenazas.
El servicio es adaptable al tráfico y número de aplicaciones protegidas, garantizando así una inversión eficiente en seguridad.
Integra tus soluciones y asegura una defensa coordinada en la que mitigues riesgos y optimices el rendimiento de tu seguridad.