El trabajo remoto representa una realidad del siglo XXI cada vez más expandida. Los empleados trabajan desde sus oficinas, hogares e incluso desde el otro lado del mundo, es por esta razón que necesitan la disponibilidad de los datos empresariales en todo momento.
La migración a la nube es una estrategia que es bastante útil para las empresas, no solo por su carácter modernizador, sino también para optimizar su eficiencia operativa, mejorar la flexibilidad en el acceso y gestión de recursos, y mantenerse competitivas en un entorno empresarial cambiante y evolutivo.
El tema que revisaremos a continuación te dará más claridad sobre el panorama de migración a la nube y te guiará en tu proceso, brindándote algunas estrategias y consideraciones a tomar en cuenta.
¿Qué es la migración a la nube?
Todos los recursos tecnológicos de una empresa se encuentran albergados en algún lugar. Normalmente los activos estaban guardados en hardware físico que adquirían las organizaciones, pero hoy en día existe la posibilidad de almacenarlos en la nube.
La migración en la nube es un movimiento que se realiza cuando los datos, sistemas operativos o aplicaciones se encuentran en servidores locales y se quieren trasladar al Cloud.
Las empresas están optando por esta solución debido a su impulso hacia la innovación, que incluye ventajas en el mercado. Migrar a la nube optimiza los procesos organizacionales, pues tiene amplia disponibilidad de los datos y permite un manejo más eficiente de los mismos.
El Cloud Computing (Computación en la Nube) incluye una gran variedad de servicios, además del almacenamiento de datos, entre los que destacan el procesamiento de información, las bases de datos, los servidores virtuales, las aplicaciones e incluso el networking.
A continuación te proporcionamos un breve instructivo para poder llevar a cabo tu migración a la nube.
Pasos para realizar una migración a la nube
Por supuesto que realizar una migración exitosa a la nube depende de muchos factores, pues para ejecutarla debe tomarse en cuenta el tipo de migración que quiere realizarse y algunas otras consideraciones. Sin embargo, te brindaremos algunos pasos generales y estrategias para guiarte en la elaboración de tu planificación.
1. Evaluación de situación actual
La migración a la nube es una excelente opción para agilizar, escalar y optimizar tu sistema de almacenamiento de datos, pero antes de tomar una decisión toma en cuenta tu escenario actual, es decir, tus procesos, el volumen de tu información y la manera en que fluye actualmente.
Para saber si te encuentras en una situación óptima para realizar una migración a la nube, es necesario evaluar tu situación actual, esto incluye tus necesidades, objetivos, riesgos a los que te enfrentas, recursos que quieres migrar y el problema que quieres resolver.
Tu estrategia debe tomar en cuenta tus metas a futuro, por lo que te recomendamos considerar detenidamente tus necesidades de flexibilidad, escalabilidad y disponibilidad de infraestructura tecnológica.
Al documentar el panorama, será más sencillo evaluar si tu migración a la nube es viable.
2. ¿Tu migración a la nube es viable?
Migrar a cloud no siempre es viable, anteriormente revisamos que una parte importante a evaluar antes de ejecutar la migración es revisar los recursos que se quieren mover a la nube.
Dentro de esta revisión debe tomarse en cuenta si los activos tienen viabilidad para trasladarse al cloud. Y, de hecho, de acuerdo con el Plan de migración al Cloud de la
Universidad de Murcia, puedes clasificarlos en cuatro listas:
- Migrar a la nube: Esta lista está compuesta por los elementos factibles para mover inmediatamente, debido a su bajo riesgo y alto beneficio.
- Migrar cuando sea conveniente: Existen aplicaciones que no requieren una migración obligatoria pues su riesgo no es bajo ni representan un gran beneficio, por lo que su migración puede omitirse o esperar.
- Evaluar, mitigar y mover con precaución: En este sector se colocan los recursos que resulta muy beneficioso migrar a la nube pero existe mucha complejidad, por lo que precisan de un buen análisis y requieren un gran esfuerzo.
- No migrar: Este grupo definitivamente no proveería de ningún beneficio y además migrar alguno de esos activos resultaría demasiado peligroso.
Como pudiste observar, aún con estas especificaciones, hay cierto grado de dificultad para poder clasificar los activos empresariales, por lo que a continuación te facilitamos una tabla que puedes utilizar antes de segmentar tus activos por viabilidad de migración.
Después de resolver esta tabla será más sencillo organizar tus recursos según su viabilidad de migración.
También toma en cuenta si el proveedor de plataforma despliega las instancias y herramientas que requieres, para evaluar si es viable usar su Cloud Computing o elegir otra opción, en el quinto paso ahondaremos en este punto.
3. Definición de roles y responsabilidades
Para llevar a cabo un plan de migración a la nube, es necesario contar con un equipo capaz de tomar las mejores decisiones, tanto para su implementación como para su mantenimiento.
Al tomar la decisión de migrar es importante definir los roles y responsabilidades de quienes se encargarán de ejecutar el plan, para esta primera etapa te recomendamos formar tu DevOps con un analista de TI, un especialista en cloud, y un usuario líder.
El analista TI se encargará, básicamente, de realizar el paso 1 y 2 que revisamos anteriormente. Es decir que documentará la información de los activos, seleccionará los más aptos para migrar a la nube y los ordenará según el esfuerzo de migración que conlleven.
El especialista Cloud, por su parte tiene la tarea, como tal, de migrar la a la nube. Después de entender el volumen y las características de los recursos, comunicadas por el analista TI, identificará la mejor forma para ejecutar la migración, realizará un modelo con la información con la que se dispone y determinará el orden correcto en que se trasladarán las cargas
Finalmente, el usuario líder es el encargado de evaluar que todo el proceso que llevaron a cabo sus compañeros haya sido el más óptimo y validarlo.
Una vez que se haya realizado la migración, más vale contar con un responsable de Cloud que coordine la toma de decisiones del comité estratega y del centro de monitoreo y tratamiento de problemáticas de la nube.
Recuerda que el proveedor de cloud puede darte muchas facilidades pero lo mejor es que tu empresa cuente también, internamente, con un equipo que gestione y apruebe las decisiones que se tomen sobre la nube, incluso desde antes de que comience la migración.
4. Manuales y políticas
Para poder regular de mejor manera tu migración a la nube, es preciso generar manuales para migrar, y definir la política de uso de los recursos Cloud.
Los manuales serán los mecanismos para brindar las pautas de instalación y despliegue exitosos, administrar las credenciales de acceso y conocer la arquitectura del sistema de información.
En cuanto a la política, servirá para gestionar los costes y recursos, regular los riesgos en la nube, implementar seguridad, analizar las mejores soluciones y tomar decisiones más favorables.
5. Elección de tipo de migración
Ya casi tienes todo listo para moverte a la nube, pero aún queda la elección de tu tipo de migración.
En esta decisión te recomendamos que no te inclines hacia la primera oferta, sino que compares proveedores, revises si los servicios que ofrecen son los que requieres, conozcas los precios, identifiques el modelo de servicio que necesitas (IaaS, PaaS y SaaS), y elijas tu método de migración. Profundizaremos en estos dos últimos puntos más adelante.
6. Migración a la nube
Una vez que se tiene toda la preparación que revisamos, será posible ejecutar la migración a la nube, es decir, ejecutar tus aplicaciones, transferir y sincronizar tus datos.
Ya en el espacio web es necesario optimizar su estructuración para optimizar el rendimiento, adaptarlo a las necesidades de la empresa y adecuarlo para su control y mantenimiento.
Tipos de migración a la nube
Dentro de los “Pasos para realizar una migración a la nube" mencionamos en el paso 5, la importancia de la elección de tu método de migración y modelo de servicio, comencemos con los métodos.
Los métodos de migración son las formas en las que una empresa puede cambiar sus activos de un hardware físico a la nube y sus diferencias son muy puntuales. A continuación te los explicamos sencillamente.
Migración progresiva
Este tipo de migración implica mover poco a poco los datos, aplicaciones y activos en general hacia la nube, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la agilidad de la infraestructura existente.
Esta migración se realiza cuando los activos están categorizados en las viabilidades de “Migrar cuando sea conveniente” o “Evaluar, mitigar y mover con precaución”.
La ventaja de este método es que permite una transición gradual, lo cual minimiza los riesgos y facilita la adaptación.
Empezar de cero
En la migración a la nube desde cero, las empresas migran completamente toda su infraestructura local hacia el cloud.
Como revisamos anteriormente, no siempre es viable o necesario migrar todos nuestros activos, pero en caso de que la factibilidad apunte a “Migrar a la nube”, empezar de cero representa una gran oportunidad para aprovechar al máximo las capacidades nativas de la misma.
Optimizar y cambiar
Este método implica revisar y optimizar las cargas de trabajo antes de migrar a la nube, con el objetivo de asegurar que estén configuradas de manera óptima para el entorno de Cloud Computing.
Este tipo de migración no sólo toma lugar de servidores locales a virtuales, sino también de nube a nube.
Su beneficio es que los recursos serán utilizados de manera más optimizada, minimizando así los problemas de rendimiento y evitando costos innecesarios.
Por ejemplo, si un recurso está en categoría “Migrar cuando sea conveniente” o “Evaluar, mitigar y mover con precaución”. Este método se encargará de que todos los activos se vuelvan viables y entren con total seguridad a la nube, es decir que se clasifiquen como “Migrar a la nube”.
Modelos de servicio en la nube
Los modelos de servicio en Cloud Computing, por su parte, son equivalentes a los recursos que quieran trasladarse hacia la nube, en concreto podemos referirnos a tres: SaaS, PaaS, y IaaS. Si deseas profundizar sobre alguno de ellos, te recomendamos entrar a los links, de cualquier modo te los describimos brevemente a continuación.
SaaS
SaaS, Cloud Software as a Service, es un modelo de distribución de software en la nube.
Si lo que deseas es migrar tus aplicaciones a la nube, SaaS es la mejor opción pues a través de él tendrás acceso a tu software desde cualquier dispositivo a través de un navegador web.
La ventaja de SaaS es que ofrece la posibilidad del uso múltiple simultáneo, lo que significa que dentro del mismo lugar, se le da servicio a todos los usuarios de manera distribuida.
PaaS
Cloud Platform as a Service o PaaS, al igual que SaaS, sirve para almacenar aplicaciones, con la adición de poder administrarlas también.
En PaaS, los desarrolladores pueden desplegar su software en la nube y administrarlo sin limitaciones, o incluso despegarlas desde allí, ya que cuenta con recursos, como herramientas de desarrollo y sistemas de gestión de bases de datos, que permiten apoyar todas las fases del desarrollo y funcionamiento continuo de las apps web.
Migrar a PaaS ofrece beneficios como eficiencia en la implementación, menor carga operativa y mayor agilidad empresarial, lo que puede resultar atractivo para aquellos que buscan optimizar y acelerar el ciclo de vida de desarrollo de aplicaciones web.
IaaS
IaaS, es uno de los modelos de servicio más utilizados, pues es de él que deriva SaaS, y de SaaS que resulta PaaS.
IaaS hace referencia a Cloud Infraestructure as a Service y se trata de una solución que permite a las empresas trasladar las responsabilidades de gestión de recursos a un proveedor de servicios en la nube.
El principal beneficio de migrar a IaaS es que es escalable, lo que quiere decir que los recursos contratados se van adquiriendo de acuerdo a las necesidades y crecimiento de la organización.
Estos tres modelos de servicio representan de manera general las opciones de cloud para migrar, sin embargo, si no has encontrado el que se adapte a tu demanda, cabe mencionar que existen muchos más que puedes explorar en nuestro glosario.
Por otra parte, si aún tienes dudas sobre los tipos de arquitectura que existen en la nube y necesitas ampliar tu conocimiento en esta área te puedes asesorar a través de nuestra nota Tipos de arquitectura de una nube, que te explicará en qué consisten las nubes públicas, privadas e híbridas, y así puedas decidir también la más óptima para tu migración.
Entretanto continuemos explorando la migración en la nube, a continuación te exponemos los beneficios y desafíos a los que podrías enfrentarte durante tu migración.
Beneficios y desafíos de migrar a la nube
Ya hemos revisado el proceso de migración a la nube para aquellas empresas que ya han tomado la decisión de migrar, sin embargo si aún existe indecisión entre hacerlo o no, aquí te extendemos los beneficios y desafíos que tendrás si realizas tu despliegue.
Escalabilidad en Cloud
El escalado o escalabilidad en Cloud es una de las ventajas más significativas para las corporaciones dinámicas.
Al migrar hacia la nube, el escalado es más rápido, factible e inteligente que en un servidor local, en donde para escalar se necesitan agregar recursos físicos que implican una inversión significativa y una espera más larga.
El escalado en la nube puede ser automático o manual, y dentro de él es posible integrar herramientas y recursos de hardware o software.
El desafío que podría presentarse en la escalabilidad sería la gestión de recursos, pues ante el panorama cambiante, estos deben aprovecharse eficientemente, por lo que es recomendable hacer auditorías frecuentes para analizar cuáles resultan prescindibles.
Seguridad de los recursos en la nube
La decisión de moverse a la nube puede cuestionarse debido al riesgo que existe en ella, ya que es uno de los entornos en donde existe mayor incertidumbre en términos de disponibilidad y latencia al momento de la migración.
Esta dificultad puede afectar la actividad operativa y por supuesto la seguridad y protección de los datos.
Sin embargo, afortunadamente, los proveedores de Cloud tienen planes de seguridad física y lógica que aumentan la certidumbre, pues cubren el cifrado de datos, la recuperación ante desastres, control de acceso, monitoreo dinámico y gestión de incidentes.
Cabe mencionar que la seguridad en la nube es una responsabilidad compartida, es decir que depende tanto de los proveedores como de la empresa contratada administrar y controlar nuestra infraestructura para evitar los efectos de los ciberataques y recuperarse ante una caída.
La migración como una inversión a largo plazo
Contratar un servicio cloud puede parecer bastante caro si consideramos el primer gasto, pues tiene que invertirse en la suscripción (que debe renovarse frecuentemente), la administración y el control.
No obstante, si lo ponemos en una balanza con el entorno local, podemos observar que la nube en realidad no representa un costo demasiado alto en comparación de los gastos que se realizan en servidores físicos, como el costo del hardware, la tarifa de licencias, el mantenimiento, la energía eléctrica y la implementación de aditamentos.
Al tener un servicio administrado, el proveedor se encarga de gestionar los problemas, lo cual ahorra gastos en servicios de mantenimiento, por ejemplo, en la migración a la nube solo se paga lo que se consume, es decir que el proveedor se adecua a la demanda de su cliente.
Sin duda, el cloud supondrá una factura elevada al principio, pero, como pudiste ver, a largo plazo supone grandes ahorros.
La velocidad y el rendimiento que ofrece cloud
Para que una empresa tenga resultados satisfactorios es necesario que opere de la mejor manera posible.
Al tener disponibilidad ininterrumpida de los sistemas, con un alto rendimiento y escasos retrasos, el trabajo será más ágil.
No obstante, es importante considerar que al migrar tus activos a la nube debes tener en cuenta las limitaciones del ancho de banda y el desafío de la asignación de los recursos adecuada para que no haya demoras en la subida ni problemas de rendimiento más adelante. Puedes servirte de tu cuadro de Clasificación de activos para esto.
Realizar tu cronograma y plan de migración a la nube será de gran utilidad para organizarte y convertir tu gestión en tu ventaja competitiva, además de por supuesto acelerar los procesos y optimizar tu rendimiento.
La migración a la nube y su impulso a la productividad
La colaboración entre el personal de una empresa incrementa la productividad. A través de la nube, los empleados pueden comunicarse activamente y acceder a los mismos recursos simultáneamente para trabajar en conjunto.
Además, normalmente los equipos informáticos tienen dentro de sus tareas gestionar el almacenamiento de los servidores, pero con la nube muchas de estas labores pasan a manos del proveedor, lo que por supuesto reduce su carga de trabajo y permite que se concentren en objetivos que brinden mayor valor a la organización, abonando así a la productividad corporativa.
Aún cuando la migración a la nube puede impulsar la productividad, cabe aclarar que la transición puede implicar interrupciones en las operaciones normales durante el tiempo que ésta dure, por lo que es necesario que la planifiquen cuidadosamente para que sea lo más fluida posible.
La nube como catalizadora de la modernización empresarial y cuidado del medio ambiente
La nube es un servicio que impulsa el progreso, y a través de ella se puede acceder a las renovaciones y conseguir nuevos servicios que añadan valor a tu empresa y simplifiquen sus operaciones, como es el caso de la business intelligence o la IA en la ciberseguridad.
Por otro lado, esta modernización trae consigo una gestión más eficiente del uso de la energía, lo cual contribuirá a la ecología con la reducción de la huella de carbono y ayudrá a tu empresa a tener un servicio sostenible a largo plazo.
Consideraciones para tu migración a la nube
A manera de conclusión, existen algunos aspectos extra que tienes que considerar antes de realizar tu migración a la nube para que esta se ejecute de manera exitosa y con pocas complicaciones:
- La conexión de internet de tu empresa debe ser eficiente para que tanto tu migración como tus servicios de Cloud Computing funcionen adecuadamente.
- No es recomendable migrar a la nube los datos más sensibles o confidenciales del negocio, en especial si contratas una arquitectura de nube pública.
- Migrar tus activos progresivamente te ayudará a evaluar tu experiencia y tomar una decisión sobre la factibilidad de continuar migrando a la nube.
- Tu proveedor de servicios Cloud debe contar con flexibilidad para retractarte del proceso de migración o cambiar de nube.
- Puedes amplificar la seguridad de tu nube con codificación y decodificación de datos, control perimetral, firewalls y sistemas de prevención de intrusiones.
- Los proveedores de Nube tienen la obligación de someterse a las legislaciones de protección de datos de tu país, ser transparentes en tu contrato y comunicarte cualquier tipo de movimiento o incidente.
- La evolución de tu consumo debe alinearse con tus necesidades para evitar desperdiciar recursos, y estos pueden contratarse de manera temporal.
- Es necesario capacitar al personal para la utilización de la nube y debe haber un trabajo colaborativo por parte de especialistas (DevOps), para coordinar su gestión y tomar decisiones acertadas.
La migración a la nube no es una decisión a la ligera pues conlleva un proceso largo, laborioso y que requiere de un cuidado exhaustivo, pero sus beneficios pueden ser de gran valor para tu empresa.
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