Con la evolución del mercado cloud, la nube distribuida se ha posicionado como una propuesta de respaldo para las empresas con tecnologías emergentes.
Algunas organizaciones están apostando por un modelo de nube distribuida, es decir, que la operación y la gobernanza de los servicios de nube pública sigan siendo responsabilidad del proveedor al mismo tiempo que acercan la ubicación física de la nube al usuario.
Sin embargo, aunque la computación en la nube puede parecer más costosa, los beneficios como la flexibilidad, no tienen comparación.
Si actualmente te encuentras trabajando en el área de TI, es probable que hayas encontrado una base de datos distribuida, esta base de datos se procesa a través de la infraestructura, usando módulos informáticos con capacidades de procesamiento frente a un núcleo central, el propósito es un mejor rendimiento y seguridad.
La nube distribuida es una de las aplicaciones de las tecnologías de cloud, empleada para interconectar datos y aplicaciones que se sirven desde diversas ubicaciones geográficas.
En ella, el proveedor es el responsable de todos los aspectos de la arquitectura del servicio en la nube, la entrega, las operaciones, el gobierno y las actualizaciones.
La evolución de la nube pública centralizada a la nube pública distribuida indica el inicio de una nueva era de computación en la nube.
Entrar a la nube distribuida, es ingresar a una infraestructura de servicios en la que se utilizan nubes individuales más pequeñas y donde cada una tiene sus propias capacidades de procesamiento, para realizar una variedad de servicios para los clientes en una sola red.
Permite que los centros de datos se ubiquen en cualquier lugar.
Esto resuelve problemas técnicos como la latencia y desafíos regulatorios como la soberanía de datos, ofreciendo los beneficios de un servicio de nube pública más los beneficios de una nube privada local.
Beneficios de la arquitectura de nube distribuida
Existen diversos beneficios al implementar una arquitectura de nube distribuida en el borde.
- Habilita el procesamiento local
Permite el procesamiento local, o al menos al que se encuentre más cercano. Las nubes distribuidas brindan el beneficio de poseer unidades de procesamiento de servicios más cercanas a su fuente de usuario en toda la región, país e inclusive en el mundo.
Al considerar la distancia entre el lugar donde tus clientes realizan acciones de rendimiento y el lugar donde la nube realmente procesa los datos, se puede garantizar un mejor ancho de banda y una menor latencia.
Esto se debe a que todos los datos se procesan en un conjunto de ubicaciones en lugar de una ubicación central, se basa estratégicamente en áreas con numerosos clientes, por lo que los datos no tienen que viajar tan lejos para cumplir con su destino de procesamiento, lo que aumenta tanto el rendimiento como la seguridad.
- Cumplimiento de regulaciones
Existen agencias reguladoras con estándares para los datos que requieren no viajar fuera del país donde se ubica el usuario, por esta razón, es importante establecer un plan de acción para procesar datos en países donde tienes clientes, esto es posible con una nube distribuida.
- Seguridad para tus datos
En un enfoque de procesamiento de datos centralizado, tus datos están en mayor riesgo de un ataque cibernético, si todos ellos se encuentran en una ubicación y alguien logra superar tus firewalls, seguridad, monitoreo y encriptación, tendrá total acceso a todos los datos de tus clientes.
Al administrar tus datos en diferentes nubes, evitas pérdida total de información, los hackers que acceden a una sola ubicación solo tendrán acceso a un pequeño porcentaje de tu información, haciendo menos vulnerable los ataques cibernéticos a tu empresa.
Además, si tienes que cerrar un nódulo en la nube por mantenimiento, el resto de tu negocio no se verá afectado por la decisión de hacerlo.
- Redundancia en caso de fallas
Cuando implementas una red en la nube de sistemas informáticos, puedes garantizar la redundancia. Esto permite el acceso a los datos del usuario, incluso en caso de emergencia.
- Mejoras en el rendimiento
Una arquitectura de nube distribuida permite a los clientes tener una buena experiencia con sus servicios en la nube, haciendo que la latencia, el ancho de banda y la seguridad mejoren, beneficiándote de los servicios de dicha nube.
Tecnología innovadora
Si comenzaste a experimentar con inteligencia artificial e IoT sabrás que requieren baja latencia para una toma de decisiones rápida, de esta forma, están respaldados por una arquitectura de nube distribuida, permitiendo a los tomadores de decisiones y empleados del monitoreo tomar decisiones inteligentes de forma rápida.
Es verdad que este tipo de nube resuelve muchos problemas, sin embargo, no los resuelve todos.
La ubicación, las dificultades de gobernanza y el cumplimiento de los datos creados por los nuevos regímenes regulatorios, requieren que las organizaciones resguarden sus datos y los de los ciudadanos dentro de las fronteras de geografías específicas.
Existen otros dos tipos de computación en la nube que están cobrando importancia en este contexto.
La primera es la computación en la nube distribuida y la segunda es la computación de borde.
La informática distribuida es muy antigua, por otro lado, la nube distribuida es un poco diferente, su distribución de servicios de nube pública a diferentes ubicaciones físicas, la operación, las actualizaciones y la evolución de los servicios son responsabilidad del proveedor de la nube pública de origen.
Para ello, se usan tecnologías de computación en la nube para interconectar datos y aplicaciones servidas desde múltiples ubicaciones geográficas.
En un contexto de TI, se comparte entre múltiples sistemas que también pueden estar en diferentes ubicaciones.
El Edge Computing es diferente, aquí la informática se realiza en la fuente de los datos o cerca de ella, en lugar de depender de la nube con una docena de centros de datos para hacer todo el trabajo.
Las empresas y los proveedores de servicios pueden administrar, proteger e implementar mejor sus microservicios y cargas de trabajo basadas en contenedores.
Entrega de aplicaciones transformado en una nube distribuida
La evolución de la nube y las consecuentes aplicaciones nativas de ella, ha tenido un impacto en los servicios de red y seguridad necesarios para conectar los componentes de la aplicación a otros componentes y conectar también a las aplicaciones de los usuarios.
En Cloud 1.0, los profesionales de TI usaban dispositivos físicos como balanceadores de carga, controladores de entrega de aplicaciones y firewalls de aplicaciones web, estos elementos se instalaron juntos en el centro de datos donde se alojó la infraestructura de la aplicación.
La arquitectura de la red y la aplicación eran básicamente las mismas, pero la infraestructura se trasladó a un dispositivo virtual que reside en la nube.
En una nube distribuida (Cloud 3.0), los componentes de la aplicación son modulares y se encuentran ubicados en contenedores en múltiples clústeres.
Este es un gran desafío en términos de implementación y operaciones para los profesionales de TI y sugerencias de DevOps.
A diferencia del modelo operativo dinámico requerido para clústeres y cargas de trabajo altamente distribuidos, las infraestructuras físicas y virtuales que se usan comúnmente para las aplicaciones monolíticas dependen del control central y de la visibilidad, proporcionando una naturaleza más dinámica y distribuida de las cargas de trabajo y microservicios en contenedores.
Las cargas de trabajo no se admiten en los contenedores, ya que se pueden crear y descomponer en minutos o incluso segundos, es decir, la compatibilidad con la infraestructura de red y seguridad, como los equilibradores de carga, los firewalls de aplicaciones web y las puertas de enlace API, también deben estar activados y desactivados lo más rápido posible.
Finalmente, la descentralización de la nube encuentra su complemento ideal en el edge computing y la computación en el borde de la red, ya que genera importantes sinergias con el cloud, haciendo que los usuarios se beneficien de las ventajas de los modelos centralizados y de las de los descentralizados.
Aparte de la disminución de la latencia, al acercar la gestión y el análisis de los datos donde se generan y evitan su transmisión al centro de computación, el edge, presenta ventajas como el descargar las redes de grandes volúmenes de tráfico, otorgar cierta autonomía a los dispositivos conectados, entre otras ventajas en términos de privacidad y seguridad de la información.
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