Hoy en día, existen varios modelos de negocio que permiten a las empresas sacar el mayor provecho a su inversión pagando únicamente por los recursos que usan; este tipo de servicios incluyen a las máquinas virtuales.
Las máquinas virtuales son una tecnología clave en la infraestructura de las empresas modernas, por lo que a continuación te explicaremos qué son, para qué sirven y todo que deberías conocer para saber por qué es una buena alternativa para tu empresa.
¿Qué son las máquinas virtuales?
Este concepto se refiere al uso de una infraestructura de forma virtual. Dicha estructura puede ir desde un servidor hasta un espacio de almacenamiento.
Básicamente, una máquina virtual es un entorno virtualizado que permite a los usuarios ejecutar múltiples sistemas operativos y aplicaciones en una única máquina física. En otras palabras, una máquina virtual es una especie de “máquina dentro de una máquina”.
¿Cómo funcionan las máquinas virtuales?
Como ya vimos, una máquina virtual es un software capaz de soportar en su interior otro sistema operativo, simulando que es una computadora real.
Dentro de una máquina virtual, se emula el funcionamiento de la computadora con todos sus componentes de hardware necesarios, como el disco duro, la memoria RAM, las tarjetas de red y la tarjeta gráfica. Aunque estos componentes son virtuales, funcionan de manera similar a como lo harían en una computadora física.
En concreto, la única diferencia entre la computadora real de tu empresa y una máquina virtual que se ejecuta dentro de ella es que tu computadora sí cuenta con un hardware real, mientras que la máquina virtual emula todos sus componentes.
Es así como las características del hardware se pueden ajustar para hacerlo compatible con el sistema operativo que vayas a usar en esa máquina virtual. Es decir, aunque tu hardware real no sea compatible con un determinado sistema operativo, el de una máquina virtual que se ejecute en ese ordenador sí puede serlo.
De esta manera, una vez creada la máquina virtual en una computadora, puedes copiar o mover el archivo contenedor que se crea y ejecutarla en cualquier otra computadora, aunque tenga un hardware totalmente diferente.
En otras palabras, la forma más sencilla de explicar cómo funcionan las máquinas virtuales, es con ejemplos:
Imagina que tienes una computadora de escritorio con 8GB de RAM y 500GB de disco duro.
Ahora supón que creaste una máquina virtual dentro de un sistema operativo de PC y que deseas asignar RAM y espacio en el disco duro; tal vez puedas asignar 4GB de RAM y 100GB de disco duro.
El resultado dejaría a tu computadora host con solo 4GB de RAM y 400 GB de disco duro.
Otro ejemplo es la incorporación nuevas máquinas virtuales en los servicios de Google Cloud que se basan en ARM (Advanced RISC Machine), así como otros avances que se implementan día a día en la industria.
Esto quiere decir que las máquinas virtuales son computadoras que pueden emular a una computadora en el mundo digital. En palabras sencillas, se trata de un software que se hace pasar por otro dispositivo, de tal manera que se puede ejecutar otro sistema operativo dentro de él.
Esto te brinda muchas ventajas, porque puedes trabajar con diferentes máquinas virtuales para diferentes objetivos, e inclusive con diferentes sistemas operativos, aunque no sean los mismos que en la computadora física; como podría ser tener una máquina virtual con Linux ejecutándose en una computadora con Windows.
Usos de las máquinas virtuales
Actualmente, existen diversos usos para las máquinas virtuales, ya que permiten emular casi cualquier sistema operativo estándar como Windows, GNU/Linux, MacOS, Android, entre otros.
Dado que las máquinas virtuales se ejecutan en una capa de software totalmente aislada, uno de los usos más recurrentes es el de probar diferentes sistemas operativos, programas o configuraciones con total seguridad para tu computadora real, ya que si falla algo en la máquina virtual, este fallo no afectará a más.
En caso de que te hayan enviado un archivo y tuvieras sospechas si este está infectado o contiene algún virus o software malicioso, puedes ejecutarlo en una máquina virtual para comprobar su fiabilidad, si no sucede nada, puedes ocuparlo sin preocupaciones en tu equipo, de lo contrario, solo afectará a la máquina virtual.
Además de lo ya mencionado, otros de los usos que destacan son los siguientes:
- Probar un nuevo sistema operativo (SO), incluidas las versiones beta.
- Ejecutar programas antiguos, como cuando no podemos actualizar algún software en el tiempo debido, pero necesitamos seguir utilizándolo.
- Usar aplicaciones disponibles para otros sistemas.
- Probar una aplicación en distintos sistemas.
- Compilar e implementar aplicaciones en la nube.
- Poner en marcha nuevos entornos que les permita a los desarrolladores ejecutar escenarios de desarrollo y pruebas más rápido y sencillo.
- Crear copias de seguridad del sistema operativo.
- Acceder a datos infectados por virus, también para ejecutar una versión anterior de una aplicación con la instalación de un sistema operativo anterior.
- Ejecutar software o aplicaciones en sistemas operativos para los que no se habían diseñado inicialmente.
- Almacenamiento cloud, una solución que es muy común en los servicios de web hosting, ya que gracias a esta herramienta, las empresas pueden optimizar costos de los servidores ejecutando una máquina virtual para alojar los archivos de distintos usuarios.
Son infinitas las tareas que se pueden llevar a cabo a través de estas estructuras, por ello si tu empresa está considerando adoptar esta solución, recuerda que podrás acceder a sistemas operativos o programas desde prácticamente cualquier equipo habilitado para operar estas redes.
Ventajas de una máquina virtual
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Sistemas independientes
Debido a que se ejecutan como equipos individuales con aplicaciones y sistemas operativos individuales, las máquinas virtuales poseen la ventaja de permanecer completamente independientes entre sí y respecto del equipo host físico.
Con la ayuda de un hipervisor, que es un software o administrador de máquinas virtuales, se permite la ejecución de diversos sistemas operativos en varias máquinas virtuales al mismo tiempo.
Otro beneficio que se debe mencionar es que las máquinas virtuales son sistemas portables, esto significa que se pueden mover casi de forma inmediata, de un hipervisor a otro que esté en una máquina completamente distinta.
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Ejecutar programas antiguos
Muchas empresas dependen de un software que no ha sido actualizado en más de 15 años, entonces, ¿qué pasa ahí? Si no se puede modernizar el software, a veces no queda más remedio que seguir cargándolo en un sistema operativo de su tiempo.
Las máquinas virtuales hacen que este sistema viejo funcione con el hardware actual en lugar de con una computadora obsoleta.
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Se pueden utilizar apps disponibles para otros sistemas
Puedes usar una máquina virtual para ejecutar aplicaciones que hayan sido desarrolladas para un sistema operativo distinto al que estás empleando. Puedes emplear una aplicación Windows en MAC OS, o al revés.
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Notable ahorro de costos
Llevar a cabo la ejecución de varios entornos virtuales en una única infraestructura, significa que puedes reducir en gran medida la superficie física de la infraestructura.
Esto eleva la cantidad de beneficios, ya que disminuye la necesidad de mantener tantos servidores, así como los costos de mantenimiento y la electricidad.
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Mayor agilidad y velocidad
Poner en marcha una máquina virtual es relativamente sencillo y rápido, y es mucho más fácil para tus desarrolladores, que el aprovisionamiento de un entorno completamente nuevo.
La virtualización permite que el proceso de ejecución de escenarios de desarrollo y pruebas sea más veloz.
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Menor tiempo de inactividad
Debido a que las máquinas virtuales son muy portables y fáciles de migrar de un hipervisor a otro en un equipo diferente, son la solución ideal para realizar copias de seguridad, en caso de que el host deje de funcionar de manera inesperada.
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Escalabilidad del servicio
Estas herramientas permiten escalar de forma más fácil las aplicaciones, agregando más servidores virtuales o físicos para distribuir la carga de trabajo entre varias máquinas virtuales.
Esto puede dar como resultado el aumento de la disponibilidad y el rendimiento de las aplicaciones.
Esto significa que las empresas pueden añadir o quitar recursos de manera fácil y rápida para adaptarse a las necesidades cambiantes de su negocio.
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Seguridad de misión crítica
Como ya sabes, las máquinas virtuales se ejecutan en diferentes sistemas operativos y el uso de un sistema operativo invitado en una máquina virtual a veces permite la ejecución de aplicaciones de seguridad dudosa que no siempre protegen el sistema operativo host.
Es así como esta tecnología también permite un mejor análisis de la seguridad y por lo general suelen usarse para estudiar virus informáticos de manera segura, aislándolos para evitar riesgos en el equipo host.
Existe una amplia variedad de máquinas virtuales, sin embargo, debes centrarte en los beneficios que cada opción te ofrece, si cumplen con tus requerimientos y hasta dónde puedes hacer uso de ellas.
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Copias de seguridad para evitar problemas
Siempre existen desastres naturales —fugas, inundaciones, escasez de energía, ciberataques o tormentas—, que pueden ocasionar daños totales al sistema operativo o generar una pérdida de datos.
Por eso es más fácil crear copias de seguridad y restaurar las máquinas virtuales que están instaladas en un servidor físico.
Máquinas virtuales vs. Contenedores, ¿cuál es la mejor opción?
Cuando se habla de máquinas virtuales, también es usual que se comente acerca de los contenedores.
Las máquinas virtuales y los contenedores son dos tecnologías distintas que se utilizan para virtualizar aplicaciones y sistemas operativos en entornos informáticos. Aunque comparten algunas similitudes, hay importantes diferencias entre ellas, y vale la pena nombrarlas.
Como ya explicamos, una máquina virtual es un software que permite recrear una computadora virtual dentro de una computadora física.
Ahora bien, un contenedor es una forma de virtualización del sistema operativo; un solo contenedor puede ejecutar cualquier cosa, desde un microservicio o un proceso de software a una aplicación de mayor tamaño.
Los contenedores se sitúan sobre un servidor físico y su sistema operativo host, este puede ser Linux o Windows y cada uno comparte el núcleo del sistema operativo anfitrión, los ejecutables, el código binario, las bibliotecas y los archivos de configuración necesarios.
Con el uso de contenedores se pueden disminuir los gastos generales de gestión, ya que comparten un sistema operativo común, lo que hace que solo un sistema operativo requiera atención y alimentación para la corrección de errores, parches, entre otros.
Por lo general, las máquinas virtuales y los contenedores se usan para fines distintos. Sin embargo, en algunos casos, se pueden complementar, ya que lo que se suele hacer es levantar una máquina virtual y empezar a ejecutar contenedores sobre un entorno virtualizado. No obstante, cada uno tiene pros y contras.
Los contenedores, a diferencia de las máquinas virtuales, no requieren un sistema operativo completo, sino que reutilizan el subyacente, lo cual permite reducir la carga que debe soportar la máquina física, el espacio de almacenamiento utilizado y el tiempo necesario para lanzar las aplicaciones. En este sentido, los contenedores se presentan como más livianos frente a las máquinas virtuales.
Es cierto que los contenedores suelen ser mucho más pequeños y rápidos, lo que los hace mucho más adecuados para ciclos de desarrollo rápidos y microservicios. A pesar de este beneficio, su gran desventaja es que no hacen una virtualización verdadera, es decir, no pueden ejecutar un contenedor de Windows en un host Linux, por ejemplo.
Entonces, ¿debería emplear máquinas virtuales o contenedores?
Eso dependerá si necesitas una instancia pequeña de algo que se pueda trasladar con facilidad (contenedores) o de si necesitas una asignación semipermanente de recursos personalizados de TI (VM).
Toma en cuenta que los contenedores deben ser compatibles con el sistema operativo subyacente.
Si se comparan las máquinas virtuales con los contenedores, estos últimos son los ideales para:
- Diseñar aplicaciones en la nube.
- Empaquetar microservicios.
- Implantar gradualmente las prácticas de DevOps o CI/CD.
- Trasladar proyectos de TI escalables a todo un footprint de TI diverso con el mismo sistema operativo.
Las máquinas virtuales, en cambio, pueden ejecutar muchas más operaciones que un contenedor individual, por ello, se utilizan para empaquetar las cargas de trabajo monolíticas.
Sin embargo, esa capacidad para brindar más funciones reduce su portabilidad, debido a su dependencia del sistema operativo, las aplicaciones y las bibliotecas.
En este sentido, los contenedores son mejores para:
- Alojar cargas de trabajo tradicionales, monolíticas y heredadas.
- Aislar ciclos de desarrollo riesgosos.
- Implementar recursos de infraestructura (como redes, servidores y datos).
- Ejecutar un sistema operativo diferente dentro de otro sistema operativo.
En resumen, las máquinas virtuales y los contenedores son tecnologías distintas que se utilizan para virtualizar aplicaciones y sistemas operativos. Aunque ambas tienen sus propias ventajas y desventajas, es importante seleccionar la tecnología adecuada en función de las necesidades específicas de cada empresa y aplicación.
¿Por qué OpenStack es una de las mejores alternativas para crear Máquinas Virtuales?
Para hablar del tema de las máquinas virtuales, esta infraestructura es una de las más importantes y reconocidas.
Se trata de un estándar de código abierto que permite acceder y proveer servicios de Infrastructure as a Service (IaaS).
Debido a la amplia adopción de esta herramienta y el hecho de que es abierta, se ha convertido en una de las mejores alternativas para las empresas que están pensando en acceder a estas tecnologías.
OpenStack utiliza recursos virtuales para diseñar y gestionar nubes privadas y públicas, al mismo tiempo que emplea interfaces de programación de aplicaciones (API) para extraer todavía más recursos virtuales, los cuales distribuye en distintos conjuntos para potenciar las herramientas que utilizan los administradores y los usuarios.
Conclusión
Las máquinas virtuales son una tecnología que permite crear múltiples entornos simulados o recursos dedicados desde un solo sistema de hardware físico.
Podrás automatizar, gestionar y modernizar todas tus cargas de trabajo de virtualización.
Esta solución tiene un largo historial y actualmente continúa siendo muy relevante para la creación de una estrategia de informática en la nube, por esta razón, si tu empresa está en busca de la implementación de este recurso y de la innovación, no dudes que las máquinas virtuales son la mejor opción.Si deseas obtener más información acerca de esta solución, contáctanos y uno de nuestros expertos te brindará soporte para resolver cualquier duda, recuerda que Servnet es tu socio estratégico ideal.