La seguridad informática es uno de los aspectos más importantes que deben ser considerados por la mayoría de las organizaciones y empresas.
La información es uno de los activos principales de estos entes, por lo que es necesario protegerla de diversos riesgos, como los virus, malware, cibercriminales, spyware y un sinnúmero de amenazas a la seguridad informática.
La seguridad informática es el conjunto de medidas, prácticas, normas y procedimientos destinados a proteger los sistemas de información y los medios informáticos de accesos no autorizados, uso indebido, modificaciones o destrucción.
Asimismo, se entiende como la disciplina que busca que dichos sistemas sean seguros, confiables y con disponibilidad garantizada para todos los usuarios.
En ese sentido, el objetivo principal de la seguridad informática es evitar o, en todo caso, disminuir los riesgos que se puedan presentar en cuanto a hardware y software, protocolos y cualquier otro medio por el que se transporte información crítica.
Cuando se habla de las medidas de seguridad informática y de su implementación, es importante identificar los diferentes riesgos potenciales, evaluarlos y luego tomar las acciones adecuadas para reducir al máximo el impacto de estas amenazas.
Según el nivel de riesgo, se deben tomar medidas preventivas, correctivas y de detección, tomando en cuenta a los usuarios, la información que se maneja y la infraestructura que la sostiene.
Los mecanismos preventivos son una serie de revisiones periódicas o mejoras de aspectos técnicos o de cualquier otro elemento relacionado con los sistemas y procesos de la compañía.
Estas medidas de prevención suelen ser consideradas como costosas por las áreas administrativas de las empresas y, en ocasiones, deciden prescindir de estas.
Aunque sí es cierto que representan un gasto relevante para las empresas, es una inversión a largo plazo que traerá beneficios para la empresa. Algunos mecanismos preventivos de seguridad informática son los siguientes:
Si queremos reconocer los riesgos de seguridad informática que presenta la empresa, se necesita conocer toda la infraestructura con la que se cuenta.
Para este proceso lo que debe hacerse es el recuento de los elementos de la infraestructura que se tienen: servidores, aplicaciones, estaciones de trabajo, bases de datos, firewalls, enrutadores, entre otros.
Esto se hace para evaluar los riesgos potenciales a los que está expuesta la información y los sistemas informáticos de la empresa. Para lograr identificar cualquier punto débil, vulnerabilidad o amenaza que exista.
Esta etapa consiste en la protección de los documentos y de los dispositivos. En este caso, es fundamental contar con sistemas de seguridad informática que robustezcan la protección.
Estos pueden ser antivirus, sistemas de detección de intrusos y sistemas de autenticación y encriptación de datos.
Asimismo, se sugiere la actualización regular del software y sistemas operativos para corregir posibles vulnerabilidades digitales.
Además de las medidas preventivas ya nombradas, también es necesario establecer políticas y normas claras para el uso de los sistemas y de la información.
Estas políticas deben incluir reglas sobre el acceso a los sistemas, la gestión de contraseñas, el cifrado de datos, la privacidad y la confidencialidad de la información.
Se suele decir en estos casos que los usuarios son el eslabón más vulnerable de la cadena, ya que es difícil controlar todo lo que hagan.
Por esta razón, los sistemas y la información deben estar protegidos, incluso del usuario mismo. Es importante capacitar al personal para que comprenda la importancia de la seguridad informática y siga las políticas y normas establecidas.
La gran diferencia entre las medidas de prevención y las de corrección, es que las segundas se utilizan para atender las consecuencias de una vulneración o ataque a los sistemas.
Por lo general, este tipo de mecanismos suelen ser muy costosos, y esto se debe a que cuando ocurre una incidencia de ciberseguridad, la necesidad de solucionar el problema es urgente.
Para estar preparados y poder solucionar dichos problemas o incidencias, se suele contratar a expertos en ciberseguridad que crean un plan de remediación de vulnerabilidades, el cual contiene los pasos o mecanismos correctivos necesarios a seguir para subsanar la afectación.
Si bien estos planes de remediación pueden contener diversas acciones, a continuación mencionamos los pasos esenciales a ejecutar como medidas correctivas:
Pero no se deben dejar de lado los mecanismos de detección de seguridad informática. Estos suelen considerarse los procesos más complejos y, por lo general, requieren un alto grado de conocimientos técnicos para aplicarse.
Estos mecanismos son todos aquellos equipos de monitoreo de seguridad que detectan cualquier amenaza potencial para los bienes como equipos o cualquier otro elemento que suponga una amenaza para la organización.
Estos equipos de vigilancia están altamente capacitados para detectar cualquier intruso o anomalía en la red de la organización y alertar a los responsables de la seguridad de inmediato.
Pueden ser mecanismos como sensores Anti-DDoS, pruebas de penetración, Check Up de detección de vulnerabilidades y otros dedicados a la detección y contención de amenazas de seguridad.
Generalmente, el acceso a esos mecanismos se tiene a través de proveedores de ciberseguridad que cuentan con la tecnología y los profesionales capacitados para contener los problemas de seguridad.
Es una realidad que muchos ataques informáticos se pueden prevenir o, en todo caso, disminuir si se aplican medidas de prevención apropiadas en el tiempo pertinente. Por esto es que los mecanismos preventivos suelen ser los más amplios.
De igual manera, contar con un plan de mitigación, así como la realización de auditorías periódicas para detectar posibles problemas y debilidades en la seguridad informática, es una gran estrategia para fortalecer la seguridad y prevenir riesgos.
Comprender que la implementación de la seguridad informática es un proceso continuo y dinámico que requiere una atención constante, es el primer paso para reforzar el acceso, integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos de la empresa.