La velocidad y calidad de la conexión a internet son fundamentales para el éxito de las operaciones diarias y los speedtests se han convertido en una herramienta indispensable para evaluar el rendimiento de la red y detectar posibles problemas que puedan afectar la productividad.
En este artículo, explicaremos qué son los speedtests, cómo funcionan y analizaremos detalladamente cómo a través de los resultados, las empresas pueden tomar decisiones informadas para garantizar que su infraestructura tecnológica cumpla con las demandas operativas y de crecimiento.
¿Por qué es importante la velocidad de internet empresarial?
Los usuarios de internet tienen diferentes requerimientos sobre su servicio pero el principal es disponer de rapidez en su conexión.
Si el internet es veloz será posible una transferencia de archivos rápida, un funcionamiento de aplicaciones streaming eficaz, comunicación en tiempo real de alta calidad y la posibilidad de utilizar múltiples aplicaciones simultáneamente.
La velocidad de transmisión de datos permite a las empresas realizar efectivamente sus actividades y comunicarse, lo cual las deja avanzar, hacer crecer su negocio y adoptar modelos innovadores que les permiten desarrollar nuevos productos y procesos operativos, posicionándose en el mercado de manera competitiva.
Una conexión de alta velocidad es esencial para soportar herramientas empresariales clave como plataformas de colaboración en la nube, sistemas de CRM y ERP, y tecnologías emergentes como inteligencia artificial.
Además, mejora la experiencia del cliente, ya que facilita transacciones ágiles y servicios en línea sin interrupciones. Si se tuviera una conexión lenta las empresas podrían sufrir pérdidas financieras significativas y disminución de la satisfacción de sus usuarios.
En un entorno empresarial, un speedtest puede ser una herramienta valiosa para tomar decisiones informadas sobre la distribución de recursos en la red y garantizar el correcto funcionamiento de aplicaciones críticas.
¿Qué es un speedtest?
Los speedtest son pruebas que se encargan de recopilar datos del rendimiento de internet para corroborar que funcione adecuadamente.
El speedtest usa múltiples conexiones TCP para hacer sus pruebas, lo cual es útil para simular sistemas operativos que usan diversas aplicaciones de manera simultánea.
Cabe aclarar que los speedtest no solo evalúan la velocidad de internet, sino que también toman en cuenta indicadores como la latencia, la fluctuación y los paquetes perdidos.
Estas métricas son esenciales para diagnosticar problemas específicos en la red, como congestión de tráfico o limitaciones en el ancho de banda.
¿Cómo funciona un Speedtest?
1. Preparación del dispositivo y disposición de la red
Inicialmente el dispositivo mediante el cual va a realizarse el speedtest, preferentemente y para obtener un resultado certero, debe conectarse al puerto LAN del módem o router mediante un cable de red, es decir utilizar una conexión física en vez de inalámbrica.
Lo anterior, es conveniente pues las conexiones Wi-Fi pueden sufrir interferencias por factores como la distancia del router, saturación de canales y obstáculos físicos, los cuales pueden reducir la velocidad del internet y hacer que el speedtest dé resultados poco confiables.
Si se hace con una conexión física, el speedtest medirá la velocidad que está entregando el proveedor de servicios de internet (ISP) y obtendrá una respuesta más fiel a lo que ofrece la conexión contratada.
Es recomendable, también, reiniciar el módem o router antes de realizar la prueba, ya que esto ayuda a eliminar problemas temporales de red o saturación de memoria en el dispositivo.
Cuando se realice el test de velocidad es importante: que no se esté utilizando la red con otros dispositivos, cerrar o desactivar las aplicaciones que hagan uso del ancho de banda y detener las actualizaciones o sincronizaciones que se estén realizando en el momento.
2. Medición de velocidad de conexión a internet
El dispositivo envía una solicitud a un servidor de speedtest óptimo, basado en la latencia, para garantizar que los resultados sean representativos de las condiciones reales de la conexión.
En algunos casos, el usuario puede elegir manualmente un servidor específico si desea probar la velocidad con un destino diferente.
El servidor responde con paquetes de datos que simulan una carga y descarga regular.
La velocidad de carga se mide enviando datos desde el dispositivo hacia el servidor y la de descarga recibiendo pequeños fragmentos de datos y aumentando gradualmente la carga para alcanzar la capacidad máxima de la red.
Después mide la latencia, analiza la fluctuación y calcula la pérdida de paquetes para detectar si existe inestabilidad en la red.
La latencia es el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar desde el dispositivo del usuario hasta el servidor y viceversa; la fluctuación de la latencia, o jitter, es la variabilidad en el tiempo de respuesta de la red; y la pérdida de paquetes significa que los datos enviados no llegan a su destino.
3. Resultados: informe del speedtest
El speedtest arroja un informe con gráficos que ilustran las velocidades de carga y descarga, el ping y el jitter, lo cual proporciona una visión clara del rendimiento de la conexión.
Adicionalmente, algunos servicios de speedtest pueden incluir un desglose más detallado, como la calidad del streaming, la estabilidad para videollamadas y una comparación con el promedio de velocidad en la región del usuario.
¿Cómo interpretar los datos que muestra el speedtest?
Velocidad de subida
Este dato indica la capacidad de una conexión para enviar datos desde un dispositivo hacia internet, especialmente enfocándose en la rapidez con que lo hace.
También conocida como upload speed, es un parámetro que se expresa en megabits por segundo (Mbps) y es esencial para actividades donde se requiere transmitir información hacia servidores o a otros usuarios.
En los entornos empresariales, la velocidad de subida tiene impacto en operaciones clave.
Dentro de su telefonía VoIP, las compañías con una velocidad de subida adecuada asegura que el audio y video de las llamadas se transmitan con claridad, sin interrupciones o retrasos.
Por otro lado, si la organización utiliza servicios de almacenamiento en la nube o plataformas colaborativas, el upload speed garantiza una rápida transferencia de archivos pesados.
Incluso, en términos de seguridad, al contar con una velocidad de subida constante, los sistemas de respaldos automatizados que suben datos a servidores remotos pueden garantizar que las copias se completen dentro del tiempo previsto.
La velocidad de subida adecuada para una red empresarial dependerá del tamaño de la empresa.
Si el speedtest arroja 5-10 Mbps es lo ideal para pequeñas empresas, pero si la organización es mediana o grande, esta velocidad de subida es muy baja, pues compañías de este tamaño precisan de velocidades superiores a 50 Mbps.
Velocidad de bajada
La velocidad de descarga o download speed, hace referencia a la capacidad de recepción de datos desde internet hasta un dispositivo, por ejemplo para bajar archivos o contenido multimedia. Igual que la velocidad de subida se calcula en megabits por segundo.
El download speed tiene un impacto directo en la experiencia y productividad de los usuarios.
En herramientas como CRMs o plataformas de colaboración se precisa de una buena velocidad de bajada para que las páginas carguen rápidamente y los datos estén disponibles sin interrupciones.
Asimismo, la velocidad de bajada garantiza que las videollamadas y transmisiones en vivo se reciban con una calidad óptima y sin retrasos.
A las pequeñas empresas, que suelen cubrir actividades básicas como navegación, correo electrónico y videollamadas ocasionales, les bastará con 25-50 Mbps.
Si el speedtest arroja un resultado de velocidad de descarga entre 100-300 Mbps será una buena métrica hasta para una empresa mediana.
Pero una empresa grande necesitará velocidades superiores a 500 Mbps o 1 Gbps para soportar sus grandes volúmenes de tráfico.
Latencia o Ping
La latencia, también conocida como ping, refleja la capacidad de respuesta de la red y se mide en milisegundos (ms). Indica qué tan rápido se establece la comunicación entre dos puntos en la red.
Una latencia alta puede causar retrasos en el audio y video, lo que afecta la fluidez de las reuniones virtuales y la experiencia del cliente en llamadas de soporte; y dentro de los procesos automatizados puede retrasar la sincronización entre sistemas y causar ineficiencias operativas.
Mientras que una latencia baja garantiza una interacción fluida sin retrasos molestos y es clave para acceder rápidamente a datos almacenados en servidores remotos o en la nube, especialmente en procesos críticos como transacciones financieras o consultas en tiempo real.
Por ende, la métrica de latencia que arroje el speedtest será mejor entre más baja sea.
De 0 a 20 ms es una latencia excelente que permitirá realizar videollamadas HD y será útil para los procesos críticos; de 20 a 50 ms se considera adecuada para la mayoría de las actividades empresariales, incluidas aplicaciones en la nube y videoconferencias estándar.
Si la latencia va de los 50-100 ms aún es aceptable pero puede ocasionar retrasos en aplicaciones sensibles al tiempo, como VoIP.
Y si excede los 100 ms significa que se tiene una latencia alta que puede afectar significativamente las actividades en tiempo real y la experiencia del usuario
Fluctuación o jitter
El jitter es un factor clave para evaluar la calidad de la red, especialmente para las aplicaciones que requieren una comunicación continua y estable.
Dentro de las llamadas VoIP un jitter bajo asegura una experiencia fluida en videollamadas y llamadas de voz, sin cortes o distorsiones, mientras que uno alto provoca problemas como eco, audio entrecortado o retrasos en la transmisión, afectando la calidad de la comunicación.
El jitter puede afectar la sincronización, lo que podría resultar en errores o en la incapacidad de procesar operaciones críticas.
Mientras que en aplicaciones de colaboración o herramientas de gestión de proyectos las fluctuaciones en la red pueden provocar retrasos, ralentizar el trabajo de los equipos y afectar la eficiencia.
Para interpretar los datos de jitter arrojados por el speedtest toma en cuenta lo siguiente:
- 0-10 ms: Excelente. Asegura una conexión estable y sin interrupciones, ideal para videoconferencias, llamadas VoIP y aplicaciones críticas.
- 10-30 ms: Buena. Aún es útil para la mayoría de las actividades, aunque las aplicaciones sensibles pueden empezar a experimentar pequeñas alteraciones.
- 30-50 ms: Aceptable. Puede ser perjudicial en aplicaciones sensibles, pero la mayoría de las operaciones no se verán gravemente afectadas.
- Más de 50 ms: Alta fluctuación. Las aplicaciones en tiempo real como videollamadas o VoIP sufrirán interrupciones significativas, afectando la calidad y la productividad.
Pérdida de paquetes
En un speedtest, la pérdida de paquetes (packet loss) se mide como un porcentaje del total de paquetes enviados que no se reciben de vuelta o no llegan completos al servidor de prueba.
Este fenómeno ocurre cuando los datos se pierden durante la transmisión debido a diversos factores, como congestión en la red, interferencia, hardware defectuoso o fallos en el enlace de conexión.
Al igual que los otros datos que arroja el speedtest, la pérdida de paquetes afecta a la telefonía VoIP, transferencia de archivos a la nube y acciones en tiempo real o de colaboración.
Una pérdida de paquetes baja garantiza transmisiones ininterrumpidas, transferencias de datos rápidas y actualizaciones constantes de información, mientras que un packet loss alto causa que los archivos lleguen incompletos, interrumpe la sincronización en tiempo real y provoca desconexiones.
Lo ideal es que el speedtest arroje 0% de pérdida de paquetes pero hasta 1% es aceptable. Si rebasa esta métrica puede llegar a afectar el rendimiento de las aplicaciones, interrumpir las comunicaciones y afectar la productividad y eficiencia operativa de la empresa.
Si tu speedtest muestra resultados negativos respecto a los datos anteriormente tratados, es momento de buscar soluciones para mejorar la velocidad del internet de tu empresa.
¿Cómo mejorar la velocidad del internet empresarial?
Monitorear la red
El monitoreo constante de la red es uno de los pilares para garantizar un rendimiento óptimo del internet empresarial.
A través de herramientas de análisis como Speedtest y soluciones especializadas, es posible identificar problemas de conexión, puntos de saturación y otros factores que pueden estar afectando la velocidad y estabilidad del servicio.
Monitorear la red permite detectar dispositivos o aplicaciones que consumen un ancho de banda excesivo, abordar interrupciones antes de que impacten en la productividad y comprobar si la velocidad entregada por el proveedor de servicios de internet (ISP) coincide con lo contratado.
Implementar un sistema de Quality of Service (QoS)
El Quality of Service (QoS) es una estrategia clave para priorizar el tráfico de red y garantizar que las aplicaciones más críticas reciban el ancho de banda necesario.
En un entorno empresarial, este sistema puede marcar la diferencia entre un internet lento y una conexión eficiente.
Al implementar un sistema de QoS, las empresas pueden transformar una conexión promedio en una infraestructura sólida y eficiente, capaz de soportar las exigencias de un entorno dinámico y competitivo entre las empresas.
Configurar redes dedicadas para diferentes usos
Esta es una solución eficiente para garantizar que cada recurso tenga el rendimiento necesario.
Este enfoque segmenta la red principal en varias subredes o VLANs (Virtual Local Area Networks), asignando prioridades específicas según las necesidades de la empresa.
Al dividir el tráfico, las actividades de alto consumo, como transferencias de archivos grandes o videoconferencias, no afectan a otras tareas críticas.
Realizar un up-grade
Los up-grade implican actualizar la infraestructura tecnológica para cumplir con las crecientes demandas de conectividad de la empresa.
Para realizar este up-grade puede incrementarse el ancho de banda, la capacidad de la infraestructura, adquirir equipos capaces de manejar velocidades altas y tecnologías modernas, como Wi-Fi 6, y adaptar la red al crecimiento de la empresa.
Realizar un speedtest regularmente proporciona una visión clara sobre el estado de la conexión a internet de la empresa y permite identificar áreas de mejora y optimizar los recursos para garantizar una experiencia fluida y eficiente.
Con una conexión de alta velocidad, las empresas pueden agilizar procesos, mejorar la colaboración en tiempo real y garantizar el funcionamiento de aplicaciones críticas sin interrupciones.
Invertir en una infraestructura de red robusta no es un gasto, sino una inversión estratégica que potencia el crecimiento, la satisfacción del cliente y la capacidad de adaptación a los retos del mercado. Contáctanos y cotiza una conexión de calidad para tu empresa, Servnet será tu aliado estratégico clave para la velocidad.