Un satélite es un objeto artificial que se encuentra en órbita alrededor de un cuerpo celeste, como la Tierra, y su tecnología es fundamental para las telecomunicaciones globales, ya que permite la transmisión de voz, datos e imágenes a largas distancias.
Los satélites son lanzados al espacio mediante cohetes y se utilizan con diversos propósitos, como comunicaciones, observación de la Tierra, navegación, investigación científica y militar.
Los satélites de observación terrestre capturan imágenes y recopilan datos sobre la superficie de la Tierra, el clima, los cambios ambientales, la vegetación y otros aspectos geográficos y ambientales. Estos datos son utilizados en campos como la cartografía, la monitorización de desastres naturales, la gestión de recursos y la investigación científica.
Los satélites militares desempeñan un papel estratégico en la vigilancia y el reconocimiento, proporcionando información crucial para operaciones de defensa y seguridad.