La tecnología 1G, abreviatura de primera generación, fueron desarrolladas en la década de 1980 y fue el primer paso hacia la telefonía móvil tal como la conocemos hoy en día.
Esta tecnología se basaba en la comunicación analógica y se utilizaba principalmente para realizar llamadas de voz desde cualquier lugar con cobertura de red, la cual era una comunicación móvil básica.
La tecnología 1G tenía algunas limitaciones importantes, como que la calidad de las llamadas era variable y estaba sujeta a interferencias y ruidos. Además, la capacidad de datos era limitada, lo que dificultaba la transmisión de información más allá de la voz.
Sin embargo, a pesar de sus limitaciones, la tecnología 1G sentó las bases para el desarrollo de generaciones posteriores, como la tecnología 2G, 3G, 4G y 5G, que introdujeron mejoras significativas en velocidad, capacidad y funcionalidades.