En la era digital en la que vivimos, el Internet ha experimentado cambios significativos desde su creación. Esta evolución impulsa la incorporación de nuevos términos en el mundo tecnológico, como es el de Web 3.0.
En su momento, la Web 2.0 también revolucionó la forma en que interactuamos en línea ayudándonos a crear plataformas de colaboración y otras soluciones que mejoraron la forma de acceder a la tecnología.
A continuación, exploraremos más sobre este tema al indagar acerca de la Web 3.0 y cómo transformará nuestro mundo en el futuro.
¿Qué es la Web 3.0?
La Web 3.0 es una visión futurista de Internet en la que los datos y la forma en que se procesan por los sistemas se hace de forma autónoma y la experiencia del usuario es más personalizada.
Este término —también conocido como Web3— fue acuñado por Gavin Wood, cofundador de Ethereum, en el año 2014 y se refería a la web 3.0 como un “ecosistema on-line descentralizado basado en blockchain”. Sin embargo, la cantidad de tecnologías que abarca la Web3 en la actualidad es mucho más amplia que la planteada inicialmente.
Para comprender plenamente la Web 3.0, es importante revisar brevemente sus antecedentes.
Antecedentes de la Web 3.0: de Web 1.0 a la Web 2.0
En los primeros días de Internet, la humanidad experimentó la Web 1.0, donde la información era estática y unidireccional. Los usuarios simplemente consumían contenido sin la posibilidad de interactuar o contribuir activamente con el sitio que publicaba la información.
Sin embargo, con la llegada de la Web 2.0, surgió una nueva era de interacción y participación en línea. La Web 2.0 introdujo plataformas colaborativas, redes sociales, blogs y herramientas de contenido generado por los usuarios.
Ahora, los individuos podemos compartir, comentar y contribuir con nuestras propias ideas y perspectivas en Internet. A la par, esto ha generado que la industria de la publicidad digital haya tenido un crecimiento gigantesco.
Esto se debe a que cada vez que buscamos información en los navegadores de internet, se crean copias de los datos de navegación de cada usuario en los servidores de las empresas que son dueñas de estos servicios.
Esto ha llevado a una centralización de los servicios de internet, así como de las ganancias monetarias asociadas. Como consecuencia de lo anterior, se ha comenzado a hablar de una siguiente fase de crecimiento: la Web 3.0.
Web 3.0: bienvenido el Internet del futuro
Con base en la creencia de que dicha centralización no es socialmente sostenible a largo plazo, se abre paso a una nueva etapa del Internet.
A diferencia de la Web 2.0, que está centrada en la colaboración y la interacción social, la Web 3.0 se basa en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la realidad virtual y, como se planteó en sus inicios, el blockchain; y ya se han dado pasos importantes como sociedad hacia ese objetivo.
Te nombramos algunos usos aquí:
La tecnología blockchain
Como ya se mencionó, la Web 3.0 se basa en la tecnología blockchain, que es conocida principalmente por ser el sistema detrás de las criptomonedas como Bitcoin, Ethereum o Tether.
El blockchain ofrece una forma segura y descentralizada de almacenar y verificar datos, lo que elimina la necesidad de intermediarios y aumenta la confianza en línea.
Esto tiene implicaciones significativas en áreas como la industria bancaria, la seguridad de los datos, la transparencia y la propiedad digital, posicionando a las criptomonedas como una tecnología precursora de innovación empresarial.
La inteligencia artificial y el aprendizaje automático
La IA juega un papel fundamental en la Web 3.0 al permitir que las máquinas comprendan, procesen y analicen datos de manera inteligente.
Los algoritmos de IA pueden interpretar el contexto y la intención del usuario, y también impulsar a los asistentes virtuales y chatbots que ofrecen interacciones más fluidas y conversacionales. Todo con el fin de ofrecer una experiencia de usuario altamente personalizada.
La Realidad Virtual y Aumentada
La Realidad Virtual (RV) y la Realidad Aumentada (RA) son tecnologías inmersivas que están ganando impulso en la Web 3.0.
Estas tecnologías permiten a los usuarios sumergirse en entornos virtuales o superponer elementos digitales en el mundo real, cambiando la forma en que consumimos información y nos conectamos con los demás.
La integración de la RV y la RA en la Web 3.0 ofrece oportunidades para sectores como el comercio electrónico, la educación, los juegos y el turismo, entre muchos otros.
Procesamiento del Lenguaje Natural (NLP)
El procesamiento del lenguaje natural se refiere a la capacidad de las máquinas para comprender y generar lenguaje humano de manera natural.
En el contexto de la Web 3.0, el NLP desempeña un papel crucial porque permite una comprensión mejorada de las consultas de búsqueda y a la creación de asistentes virtuales más inteligentes y responsivos.
Un ejemplo de un NLP es la plataforma ChatGPT, la cual es capaz de comprender y generar un lenguaje natural de forma autónoma.
Conclusión
A pesar de lo ya mencionado, debemos tener presente que la Web 3.0 va más allá de introducir la inteligencia artificial y el procesamiento semántico a los contenidos web que se consumen.
En esta nueva etapa se busca una experiencia web más personalizada y contextualizada al usuario, donde las computadoras y dispositivos puedan entender y responder a las necesidades de manera más precisa.
Con esto se espera que en la Web 3.0, los motores de búsqueda como Google, Safari o Bing, por nombrar algunos, sean más inteligentes y capaces de interpretar la intención de búsqueda, ofreciendo resultados más relevantes y adaptados a cada usuario.
Asimismo, se espera que la interoperabilidad entre diferentes plataformas y servicios sea más fluida, permitiendo una integración más eficiente de los datos y una experiencia de usuario satisfactoria en toda la web.
Además, la Web 3.0 impulsará la seguridad IoT, permitiendo la comunicación y el intercambio de datos de forma segura entre dispositivos conectados.
La Web 3.0 tiene el potencial de transformar muchos aspectos de nuestras vidas. En el ámbito empresarial, la personalización y la automatización de la experiencia del cliente serán factores claves para mejorar la satisfacción general.